En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Tras 40 años, dos hijas se reencontraron con su padre, quien estaba desaparecido
La reunión se dio en Villavicencio, tras la búsqueda que adelantó la UBPD.
Omaira y Yecenia dejaron de ver a su padre en 1983, cuando el conflicto armado lo obligó a dejar su familia y su territorio. Foto: UBPD
Cuatro décadas pasaron desde la última vez que Omaira y Yecenia vieron a su padre Édgar García, quien vivía con su esposa y sus dos hijas en un municipio de Cundinamarca hasta que en 1983 el conflicto armado lo obligó a separarse de su familia.
En Villavicencio, tras 40 años de ausencia, pudieron volver a verse luego de la búsqueda que adelantó la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
Según relató la UBPD, por motivo del conflicto Édgar tuvo que abandonar de manera forzada su territorio y su familia, y pocos meses después, la mamá de Yecenia y Omaira fue desaparecida, por lo cual las niñas, que para entonces tenían 3 y 1 año, respectivamente, fueron criadas por su abuela materna Teresa.
Dos años más tarde, Omaira, Yecenia y Teresa también fueron víctimas de desplazamiento forzado y perdieron todo rastro de Édgar por lo que las hermanas solo crecieron con los relatos de sus padres que les compartían sus tías y su abuela.
Omaira y Yecenia dejaron de ver a su padre en 1983, cuando el conflicto armado lo obligó a dejar su familia y su territorio. Foto:UBPD
Los años pasaron para ellas yendo de un lugar a otro y el hecho de que luego las hermanas hicieron parte de un grupo armado dificultó la búsqueda de su padre hasta que ellas se reincorporaron a la vida civil con la firma del Acuerdo de Paz.
“El conflicto armado nos separó de mi padre en los años ochenta. Yo era muy niña y lo que conocemos hoy en día es producto de entrelazar historias. A partir de allí se fractura la familia, unos para un lado y otros para el otro”, contó Yecenia.
Cuando las Farc se desmovilizaron, las hermanas decidieron emprender la búsqueda de su padre, “decidimos que íbamos a hacer todo el esfuerzo que estuviera a nuestro alcance para buscar a mi papá y saber si teníamos de pronto más hermanos o hermanas”, añadió Yecenia.
La búsqueda
Omaira y Yecenia dejaron de ver a su padre en 1983, cuando el conflicto armado lo obligó a dejar su familia y su territorio. Foto:UBPD
Con ese propósito, en abril de 2023 Omaira se acercó a la UBPD y comenzó la investigación extrajudicial para dar con el paradero de Édgar.
Las pesquisas arrancaron en Villavicencio con la contrastación de datos con diferentes entidades que permitieron la ubicación de Édgar en Caquetá, y en un trabajo articulado se logró dar con el lugar de residencia del hombre, en zona rural, y arlo.
Cuando la UBPD se acercó al hombre y le contó que lo estaban buscando, él supo de inmediato que sus dos hijas querían verlo y contó que él también llevaba casi 40 años buscándolas.
“Para llegar al reencuentro tuvimos muchas conversaciones con la familia para preparar cómo querían que ocurriera en el reencuentro. La Unidad de Búsqueda no tiene una guía para que todos los reencuentros se realicen de la misma manera sino que son las necesidades y las particularidades de la familia las que determinan qué es lo que desean y necesitan poner en este escenario como un elemento reparador frente al sufrimiento que experimentaron durante muchísimos años”, expuso Diana Paola Viveros, coordinadora de la UBPD en Villavicencio.
Omaira y Yecenia dejaron de ver a su padre en 1983, cuando el conflicto armado lo obligó a dejar su familia y su territorio. Foto:UBPD
El día del reencuentro, Édgar esperaba a sus hijas con dos ramos de flores en sus manos, cuando las vio se dieron un fuerte y prolongado abrazo, y luego les presentó a sus otras tres hermanas, hijas de Édgar, quienes lo apoyaron durante el proceso de búsqueda.
Édgar también se reencontró con su exsuegra Teresa y le agradeció por haber cuidado de sus hijas durante todos estos años. También estuvieron en el encuentro los esposos y las hijas de Yecenia y Omaira, quienes conocieron a su suegro y abuelo, respectivamente.
Así, con una conversación entre abrazos y lágrimas, las familias tuvieron la oportunidad de contar cómo habían transcurrido sus vidas todos estos años y el proceso que cada uno adelantó para encontrarse.
“Me había sentido decaído porque no podía dormir pensando en este momento. Pasaban noches en que no dormía por aquella felicidad tan grande. Para mí fue muy bonito el reencuentro con ellas, también con mis otras hijas que me acompañaron”, contó Édgar García.
Edgar García junto a sus hijas, tras haberse separado en los ochenta. Foto:Cortesía UBPD
“Hoy tenemos una persona menos desaparecida en este país y una familia menos sufriendo este flagelo de la desaparición, tenemos una familia que se reencuentra y que inicia un ciclo distinto en su vida”, afirmó Viveros.
Aunque las hermanas ya encontraron a su padre, ellas también están buscando a otras tres personas: su madre y dos tíos que fueron desaparecidos, por lo cual la búsqueda continúa para ellas.
“Esperamos que más personas se puedan sumar a la búsqueda y aportarnos información para dar con el paradero de no solo estos tres seres queridos desaparecidos sino de las más de 8.500 personas desaparecidas en el Meta y las más de 100.000 en este país”, concluyó la coordinadora de la UBPD en Villavicencio.