La edad de la estupidez

Diecinueve millones de personas viven en Nueva Deli. Hace dos días esta ciudad registró su más alta temperatura: 52,9 °C; otras de la India llegaron a 50 °C. Y Pakistán, a 52 °C. Si esto no es una emergencia, me pregunto qué lo será. The Guardian publicó esta semana el informe Harvard sobre las repercusiones del cambio climático en la economía, pero hace casi veinte años se conocieron estas proyecciones en el ‘Informe Stern’ (2006). Que advertía que si no actuábamos ya (2007), los costos y los riesgos del cambio climático equivaldrían a perder al menos 5 % del PIB mundial, durante cada año. Muchos calificaron este informe de alarmista. Lo que revela el informe Harvard (Bilal, 2024) es que Stern pudo ser conservador, pues un aumento de 1 °C en la temperatura del calentamiento global repercute en una pérdida del 12 % del PIB global. Vamos casi en 1,5 °C y nos encaminamos a 2,7 °C. ¿Cuánto PIB global comprometeremos hacia 2050?

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El Harvard revela que los ingresos promedio caerán casi una quinta parte en los próximos 26 años en comparación con lo que habrían sido sin crisis climática. En 2007, Franny Armstrong, apoyada en las proyecciones Stern, y en los informes de la ciencia, hizo el documental La edad de la estupidez. Se estrenó en Copenhague en la Cumbre climática de 2009, recordada por algunos, precisamente como la Cumbre de la estupidez colectiva de los gobiernos del mundo. Ellos desconocieron los datos de la ciencia y las proyecciones de la economía. Max Neef, que dictaba cursos sobre la estupidez, la definía así: si te dicen que no debes hacer una cosa porque puede ser peligrosa o dañina y te empeñas en hacerla, ese es el acto estúpido.

La pregunta que articula el relato de La edad de la estupidez es: “Pudimos habernos salvado, ¿por qué no lo hicimos?”. De la estupidez aún podemos salir si transformamos la cultura. Si entendemos lo que escribe Joseph Henrich en su ensayo The Secret of Our Success: nuestros logros como especie no resultan de inteligencias innatas o habilidades individuales, sino de nuestra capacidad de aprender colectivamente. De la estupidez salimos si actuamos en colectivo: ciudadanías activas e informadas que se opongan a los actos estúpidos de los gobiernos que niegan la crisis climática. Hoy empezó el calor en Madrid y Sevilla; Barranquilla, para no ir tan lejos, vive semanas insoportables. Muchas ciudades serán inhabitables antes de 2050. En fin...

@GuzmanHennessey