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Entrevista
'El Gobierno no está cerrado a discusiones, pero no acepta la imposición y el tono de ultimátum': Iván Cepeda sobre el Eln
El senador y negociador habló sobre la propuesta enviada a esa guerrilla y del futuro del proceso.
Iván Cepeda en rueda de prensa sobre el Eln en las instalaciones de la ONU. Foto: Milton Diaz. ELTIEMPO
Cuando están por cumplirse tres semanas desde que el cese del fuego entre el Gobierno y el Eln llegó a su fin y más de cuatro meses desde el congelamiento de la mesa, no hay señales claras sobre cómo este proceso, la piedra angular de la política de ‘paz total’, seguirá en pie.
El último intento por desbloquear los diálogos corrió por un mensaje directo del presidente Gustavo Petro, que no tuvo el mejor recibo por parte de la guerrilla. A través de los negociadores, la cabeza del Ejecutivo mandó una propuesta confidencial al Eln para avanzar en los diálogos del modelo económico, punto contenido en los acuerdos de participación. Sin embargo, ese grupo armado insiste en que la única forma para destrabar el proceso es que sean retirados de la lista de grupos armados organizados (GAO).
En entrevista con EL TIEMPO, Iván Cepeda, senador y negociador del Gobierno en los diálogos con la guerrilla, cuenta en qué consiste la propuesta del presidente Petro y por qué se le envió al Eln se envió de manera confidencial. Además, aunque dice que la delegación a cargo de Vera Grabe está abierta a discutir cualquier asunto, sostiene que no aceptarán imposiciones. “Eso no es aceptable, el Gobierno no lo acepta y sencillamente no accede a eso, así de sencillo”, dice.
¿De qué se trata la ‘reforma económica’ que estaba en la propuesta confidencial?
La propuesta del presidente Gustavo Petro es precisamente desarrollar el acuerdo del primer punto de la agenda, que es lo que debería seguir en el proceso. Una vez pactado el diseño de la participación, como está contenido en el acuerdo número 28, pues viene la apertura de ese diálogo. Si se recuerda bien lo que dice el acuerdo 28 es que una vez finiquitado por la vía del Comité Nacional de Participación ese proceso y hecha la consulta que se hizo con organizaciones, sectores, instituciones, pueblos y también miles de personas en el país, lo quedó fue un temario que está agrupado en cuatro grandes bloques o ejes. Uno corresponde a lo que atañe al sistema político, el otro al modelo económico, el otro a la problemática ambiental y, por último, los asuntos que atañen a la educación y la cultura.
Gustavo Petro, presidente de Colombia. Foto:Presidencia
En cada eje, el acuerdo trae especificaciones y una serie de líneas sugeridas en ese proceso de diseño. Con relación al modelo económico, aparecen claramente formulados unos subtemas, por decirlo de alguna manera.
Lo que le propuso el presidente Petro al Eln el 9 de agosto era que el Gobierno iba a invitar a los movimientos sociales, a las organizaciones y a los empresarios a sentarse en una mesa en la que estuvieran también un par de delegados del Eln y pues obviamente el Gobierno, la delegación o quien determinará el presidente mismo. Eso con el fin de comenzar ese diálogo, no de pactar o de imponer ninguna clase de reforma económica, sino sencillamente de comenzar un intercambio sobre esos asuntos. Como puede verse, no es ninguna salida que rompa lo que se ha venido dialogando o ubique nuevos asuntos, sino que es el desarrollo precisamente del acuerdo.
¿Entonces por qué la propuesta se hizo de manera confidencial?
Como en todo proceso de paz hay momentos públicos y confidenciales, pero aquí sí es muy importante hacer una distinción de fondo y es que se trataba de un procedimiento confidencial, pero no secreto. Es decir, lo primero que se hizo una vez que el presidente Petro dio la instrucción fue transmitirle al país y a la opinión pública el anuncio, lo que muestra que estaba desprovisto de cualquier intención de hacer algo de una manera secreta o a espaldas del país.
Ahora, era confidencial porque era necesario que el Eln examinara la propuesta y diera su aprobación para poder comenzar a gestionarla, momento en que se iba a hacer pública. Se iba a ser pública, si respondía favorable o negativamente como ocurrió, eso estaba claro y así se dijo cuando nosotros anunciamos esto en la declaración pública que hicimos con la jefa de delegación, Vera Grabe. Así que ahí no hay ninguna clase de misterio o situación que pueda suscitar suspicacia. Esto se hizo con honestidad, transparencia y, además, de buena fe para avanzar en el proceso.
Nosotros, como negociadores del Gobierno, estamos listos para cualquier escenario y situación, pero llama la atención la respuesta que da el Eln. Llama la atención por varias cosas. Primero, porque se supone que lo que reclama el Eln al Gobierno es que supuestamente no se cumplen los acuerdos, pero cuando se hace una propuesta que busca precisamente que se desarrolle y se cumpla un acuerdo, entonces aparece otro argumento tratando de desvirtuar lo que proponemos. Lo segundo, llama la atención también que el Eln, que ha reclamado siempre que la paz se construya con transformaciones sociales, ahora de alguna manera le dé una negativa a esta posibilidad. ¿Puede haber un escenario mejor para discutir estos temas que el que se ha propuesto? Difícilmente.
¿Lo ven como que el Eln cerró la puerta a discutir sobre este tema?
No, para nada, no creemos eso. Lo que sí decimos es que se desperdician oportunidades que son muy valiosas para la paz del país, para avanzar en el proceso, para renovar el cese del fuego y para ganar tiempo. Es incomprensible, ya que se habla de incumplimientos, que se mantenga la mesa congelada porque ese puede ser uno de los incumplimientos más serios. Las partes estamos comprometidas a adelantar un diálogo de manera continua, entonces no hay una razón válida para que una de las dos resulte, unilateralmente, suspendiendo las conversaciones e intentando imponer condiciones para reanudar, eso no tiene presentación. Ese es un incumplimiento de los acuerdos.
‘Pablito’ y ‘Antonio García’, ‘Gabino’ y ‘Pablo Beltrán’, máximos responsables del Eln. Foto:Archivo particular
Cuando ese borrador del modelo de la participación se hizo público, generó muchas críticas por parte de los sectores económicos y gremiales, ¿ustedes finalmente recogieron sus inquietudes?
Sí, esto es muy importante porque las primeras discusiones que suscitaron estas propuestas que se hicieron fueron cuando el Comité Nacional de Participación dio a conocer el borrador sobre el cual la mesa de diálogos hizo la elaboración del acuerdo 28, que es el acuerdo de participación. La mesa introdujo una serie de modificaciones a ese borrador que tuvieron su origen también en diálogos que, durante la reunión que tuvimos en ese momento en Caracas, se hicieron con distintos sectores, incluidos los empresarios. Entonces el acuerdo 28 recogió muchas de las inquietudes que plantearon los sectores que formularon críticas, algunas a nuestro modo de ver muy válidas, otras no tanto.
El acuerdo recogió asuntos como, por ejemplo, dejar en claro cuál es el carácter que pueden tener los diálogos, los resultados de los mismos y los acuerdos que se asuman como parte de las transformaciones y de la participación, cuáles son los temas que se abordan y cuál es la forma de abordarlos. Todos esos fueron asuntos cuidadosamente precisados por la mesa de diálogos.
El Eln pone como fecha límite el 23 de agosto, ¿qué va a pasar después de ese día?
Frente a ese asunto, nosotros hemos sido supremamente explícitos en decir que el Gobierno, como se ha podido demostrar a lo largo de esta negociación, desde noviembre de 2022, no está cerrado ni cierra las puertas a cualquier clase de discusión y debate en la mesa, pero no a través de la vía de la imposición, no a través de la fijación unilateral de fechas inexorables y con el tono y la forma de un ultimátum. Eso no es aceptable, el Gobierno no lo acepta y sencillamente no accede a eso, así de sencillo.
El último ciclo de negociación entre el Gobierno y el Eln fue en febrero. Foto:Oficina del Consejero Comisionado de Paz
Con todo lo que está sucediendo, pensar hoy en el cese del fuego como piden varias organizaciones, ¿sigue siendo una opción viable?
Perfectamente. Si hacemos un poco de memoria desde el 13 de julio, es decir, prácticamente 20 días antes de que expirara la prórroga del cese, nuestra delegación comenzó a insistirle al Eln la necesidad de reunirnos, lo antes posible, para examinar la situación de la tregua y su prórroga. En ese proceso hicimos ocho comunicaciones diferentes. Unas dirigidas directamente a la delegación del Eln, otras a su dirección nacional, otras a los garantes y acompañantes, otras a las instituciones acompañantes como la ONU y la Iglesia, otras a la opinión pública y a las organizaciones de la sociedad civil que han reclamado al Gobierno y al Eln precisamente reanudar los diálogos y prorrogar el cese. Entonces hicimos siete comunicaciones de esas y la octava fue la propuesta que se le hace al Eln.
Es evidente que en nuestras prioridades está el prorrogar el cese y no por los motivos que algunos sectores de oposición política que utilizan estos asuntos de mala manera para hacer campaña electoral temprana dicen. No, el problema es lo que está pasando en departamentos como Chocó y Arauca y en regiones como el Catatumbo, esa es la preocupación nuestra.
¿Temen que después del 23 de agosto pueda haber una arremetida violenta del Eln?
Nosotros no hacemos vaticinios de ninguna índole, ni nos adelantamos a hacer especulaciones. Esperaremos, ojalá pronto y de manera positiva, que el Eln reconsidere su posición frente a la propuesta del presidente Petro, que es una propuesta que puede efectivamente hacer avanzar este proceso.