Sencillos hábitos cotidianos nos permiten comer sano, evitando comprar y comer sin pensar, incentivados por la publicidad engañosa, las dietas milagrosas y los mitos de la alimentación, según la nutricionista Marta Verona.
Marta Verona (Madrid, 1995) es una nutricionista, cocinera, docente e investigadora en Nutrición Culinaria en la Universidad Complutense de Madrid y protagoniza sus propios espacios sobre nutrición y comida saludable en la radio y televisión públicas.
Tras proclamarse ganadora en España de la sexta edición (2018) de MasterChef, programa televisivo gastronómico que elige el mejor cocinero amateur, se ha convertido en una de las nutricionistas y cocineras creativas más populares y con más repercusión mediática.
La dieta zombi
La nutricionista señala que “todos fuimos zombis con la comida alguna vez. Nos adentramos en el supermercado, donde nos bombardean decenas de mensajes, el espíritu de The Walking Dead (serie zombi) se apodera de nosotros y caminamos sin pensar hacia la publicidad engañosa”.
“Nos adentramos en el supermercado, que parece un campo de batalla para los que queremos comer saludable; allí, decenas de mensajes bombardean nuestro cerebro: 0 %, sin azúcares añadido; artesano, natural, light; 2 x 1, ¡Oferta!; a mitad de precio”, apunta Verona.
Menciona que “los colores llamativos nos acercan a la sección de galletas y pastelería industrial, nos llama la atención una silueta fit (físico entrenado y atractivo) en el paquete de cereales, y además descubrimos que ¡han sacado unas papas fritas con sabor a huevo!”.
“Los impulsos dirigen nuestros movimientos y llenamos la cesta de la compra de productos sin plantearnos qué estamos comprando, como si lo que comemos y lo que metemos en nuestro cuerpo fuera algo ajeno a nosotros”, reflexiona.
La nutricionista y cocinera expresa que una característica de la ‘dieta zombi’ es adherirse a falsas creencias, como la de “que comer de modo saludable es caro”, o que hay ‘dietas milagrosas’, “que le hacen un flaco favor a nuestra salud”, cuando, en realidad, “¡comer sano es fácil, rico, divertido y engancha!”.
A veces nuestras conductas relacionadas con la alimentación nos hacen caminar, sin pensar, directo hacia la publicidad engañosa, aquella que induce a error al consumidor mediante medias verdades o información abiertamente falsa. Pero también hacía mitos sobre la alimentación, creencias sin base científica y ‘dietas milagrosas’, que prometen pérdida de peso sin esfuerzo.
Los impulsos dirigen nuestros movimientos y llenamos la cesta de la compra de productos sin plantearnos qué estamos comprando...
Según la nutricionista, la clave de todo es que “la vida sana debe ser un hábito y no un esfuerzo. Y el secreto para conseguir que los hábitos saludables sean un estilo de vida es que sean sencillos, no nos hagan pasar por malos tragos, e incluyan pequeños cambios, como organizar las comidas o llenar con alimentos saludables la cesta de la compra”, explica.
Señala que los alimentos “llenos de sabor con azúcares libres, grasas saturadas, sal, repletos de saborizantes, colorantes y conservantes no favorecen nuestra salud porque nos hacen aumentar de peso, un factor de riesgo de enfermedades crónicas y metabólicas como la diabetes y la hipertensión”.
Al comerlos “no nos vamos a morir, claro, pero vamos a engordar si desplazan a otros alimentos saludables de la dieta o si se convierten en productos esenciales de nuestra despensa”, advierte.
“Ningún alimento aislado engorda, lo que lo hace es un conjunto de hábitos de alimentación. Si sabemos elegir el pan, y qué cantidades tomarlo, el pan no engorda. La salud se tiene que basar en esto, en disfrutar”, explicó al diario español ABC.
Para la nutricionista, la base para llevar una vida saludable es no sentirnos obligados a hacerlo. “Por eso debemos hablarnos bien; la base de la salud está en cuidarnos, en nuestro bienestar y no en sentirnos supeditados a obligaciones: ahí no conseguiremos ninguna adherencia, y generamos ansiedad por alimentos que nos encantan, para que luego lleguen los atracones”, menciona a ABC.
Por eso, Marta Verona propone en su último libro, No comas como un zombi (una guía para comprar, cocinar y comer saludable), poner en práctica una serie de “hábitos saludables que han mejorado su vida, y recomienda incorporar uno nuevo cada semana”. (Vea la lista).
Siete hábitos que son claves
1. Disfrutar de la comida y cocinar
“Alimentarse no es solo una necesidad, también es un placer. Uno de los atributos para tener habilidades en la cocina es la confianza en uno mismo, así que le propongo un reto: elaborar mis recetas. Con cada plato que le salga rico, sentirá más seguridad para seguir cocinando”, indica.
2. El frutero a la vista y siempre lleno
“Cuantos más colores, mejor. Alegran la vista y el estómago. Cuando tengo ganas de picotear, veo mis suplementos de vitaminas en formato de fruta. Hay tantas y con tantos sabores que es imposible no comerla”, recomienda.
3. Verduras todos los días
“Comer verduras es una inyección de vitalidad para el cuerpo. Atrévase a mezclar ingredientes y especias, inspírese con recetas de cocina y disfrute de comer sano”, señala.
4.Cocinar los 'tápers' de la semana
Para Verona, tan importante es el tiempo que dedicamos al trabajo como el que nos dedicamos a nosotros mismos y a comer bien, por lo que sugiere “dedicar dos horas de la semana a cocinar y guardar en ‘tápers’ para tener siempre comida saludable y casera en la nevera”.
5. Dedicar tiempo a ir a la compra
“La organización es uno de los pilares de la vida saludable. Planificar su menú semanal para asegurarse de que está comiendo de forma variada es muy útil. Además, ¡no tiene que pensar cada día qué receta va a tener que hacer!”, destaca la nutricionista.
6. Llevar siempre una pieza de fruta
“Si las ganas de comer llaman a la puerta, que nos encuentre con alimentos saludables a mano. En vez de recurrir a los ‘snacks’ (los paquetes) ultraprocesados, cuando nos entran ganas de picar algo entre horas es preferible echar en el bolso o el maletín una manzana o un cítrico y calmar el hambre con alimentos saludables”, señala.
7.Pasear por el mercado
“Póngase zapatos cómodos y convierta en un plan el deleitarse de aquellos colores y olores que lo alejan de la ‘vida zombi’. Procure que se le haga agua la boca con productos saludables y de temporada. Y compruebe que comer sano no es monótono ni caro”.
ROCÍO GAÍA
EFE REPORTAJES - MADRID