La Universidad de los Andes dio a conocer un nuevo documento en el que la institución, considerada como la de mejor calidad en el país y una de las mejores de la región, analiza el papel que tendrá para el año 2028.
Se trata de la ‘Declaración de nuestro futuro Uniandino’, en el que la universidad se compromete con 9 acciones concretas con las que busca ajustar su modelo de trabajo para los próximos cuatro años.
Con ello, “los Andes reafirma su compromiso con ofrecer una educación de excelencia a lo largo de toda la vida, una educación que sea personalizada y flexible. La institución ratifica su compromiso con la investigación y la creación, asegurando que estas sean sostenibles y estén estrechamente conectadas con los grandes desafíos globales y locales”, señaló la institución.
Y agregó: “No se trata solo de formar profesionales, sino también de crear experiencias universitarias memorables, colaborativas y globales, que trasciendan las aulas y formen individuos comprometidos con el mundo. Este enfoque no solo enriquecerá a los estudiantes, sino que contribuirá significativamente a la construcción de una sociedad más justa y profundamente humana, tanto en Colombia como en el mundo”.
Así las cosas, estas son las acciones que los Andes espera lograr en el siguiente cuatrienio:
En primer lugar, la universidad aseguró que se esforzará no solo por mantener los elevados estándares de calidad y excelencia educativa, sino que además se enfocará por una formación a lo largo de la vida, es decir, ya no solo centrada a la población conocida como en edad universitaria (de 18 a 25 años). “La universidad es un lugar para que ciudadanos de todas las edades aprendan, se actualicen y reinventen su proyecto de vida”, se explica en el documento.
En segundo lugar, los Andes anunció que trabaja en cambiar su modelo de formación por uno más personalizado y flexible, utilizando el concepto de educación apilable, es decir que permite una constante actualización de conocimientos y habilidades, incluso de diferentes áreas, como parte de un todo. De esta forma, la idea es que el proceso formativo lo pueda decidir cada estudiante a su ritmo y según sus intereses y necesidades, siendo esta una de las principales tendencias del sector a nivel mundial.
La tercera acción que, según el documento, asumirá la universidad es “extender nuestra huella acogiendo a personas de todas las edades, origen, condiciones socioeconómicas y contextos de vida”. Esto llama la atención viniendo de una universidad que para muchos es considerada elitista, por lo que el compromiso de las directivas con esto es hacer a los Andes una institución más diversa y, en sus palabras, “empática”.
En lo que refiere a la actividad académica, la institución dice que insistirá en fomentar la investigación y la creación de soluciones a los problemas ambientales, sociales y financieros del país con un enfoque sostenible.
Como quinta acción, los Andes plantea que esa investigación pretenderá atender las problemáticas locales y globales: “Renovamos nuestro compromiso con el trabajo interdisciplinario para promover competencias, habilidades y actitudes que nos permitan avanzar como sociedad”.
La sexta acción que la universidad buscará priorizar en el cuatrienio es lo que llama la creación de experiencias universitarias memorables, lo que, según explican desde la institución, implica no solo un trabajo en lo académico sino reforzar el bienestar universitario.
Trabajar por la multi e interdisciplinariedad en la construcción de experiencias colaborativas es el séptimo punto del documento, en el que los Andes se compromete a aliarse “con diversos actores del sector privado, público, educativo, organismos no gubernamentales y multilaterales para responder a los retos del siglo XXI”.
Pero no solo una colaboración con otros sectores a nivel nacional sino que, en un octavo punto, se incluyen las experiencias globales como una gran meta, con el fin de desarrollar competencias interculturales y construir redes internacionales en materia de docencia, investigación y creación. Con ello, la institución espera convertirse en un referente a nivel regional.
Finalmente, en una última acción de cara al 2028, la institución habla de “sociedades justas y profundamente humanas”, es decir, contribuir desde la academia en la formación de una sociedad equitativa y con igualdad de oportunidades “para lograr una vida digna”.