Si tiene una cachorra como mascota en casa, es importante que se prepare para su primer celo y los cuidados que deberá tener de ese momento en adelante.
Aunque los tiempos de inicio y duración del celo de una perrita varían según la raza, sí hay ciertos promedios de edad. Algunas comienzan a los 5 meses de edad otras mucho más tarde. Pero el promedio general es de 8 meses, por lo mismo, es importante informarse y estar atento para distinguir los signos del celo.
Este, en la mayoría de razas, ocurrirá tan solo dos veces al año (aunque, claro, hay excepciones, hay razas que solo tienen un celo y otras llegan a tenerlo unas cuatro veces).
El objetivo de informarse sobre este tema tiene que ver con evitar gestaciones no deseadas, peleas entre perros o que la mascota se escape y se pierda.
Como explica el portal Best por Pets, el primer celo de una cachorra significa que ha llegado a la pubertad. Esta llega con cambios físicos, hormonales y de comportamiento. Este momento llega a diferentes edades según la raza y está relacionado directamente con el tamaño. Si se trata de perros de raza grande puede darse entre los 10 y 12 meses, mientras que las cachorritas más pequeñas pueden tenerlo entre los 5 y 6 meses.
El mismo portal aclara que el hecho de que una perrita tenga el primer celo no quiere decir que ya esté sexualmente madura, cosa que ocurre a partir del segundo o tercer celo. Por eso no es recomendable que tengan crías desde el primer celo.
¿Cómo saber que su mascota entra en celo?
El ciclo reproductivo de una hembra canina se divide en diferente etapas: proestro (sangrado) estro (receptiva al macho), diestro y anestro (inactividad ovárica).
Las primeras señales de que una cachorra está en celo pueden ser el comienzo del sangrado (previo a la fase fértil, en la que puede tenerse o volverse más acuoso). Este a vece es abundante o a veces solo se descubre en manchas pequeñas en suelo y cama de la mascota.
Otro signo es la inflamación de la vulva. Los órganos sexuales exteriores se verán más grandes, hasta tres o cuatro veces más de su tamaño normal, durante las dos primeras semanas. Además, la hembra tendrá tendencia a lamerse esa zona con más frecuencia.
Debido a las feromonas, comenzará a atraer a los machos.
También presentará cambios en su temperamento: puede ser más activa o, por el contrario, tendrá más sueño o estará más cansada. O, quizás, podrá orinar de forma diferente (imitando al macho al alzar la pierna) o aumentar su apetito. Olisquerá a los otros perros, sobre todo a los machos, más de lo normal. Incluso, puede ser que intente escapar, en busca de un perro que pueda fecundarla.
La duración de celo
Aunque los síntomas del celo suelen durar entre 15 y 21 días, la etapa fértil, el estro, dura entre 5 y 9 días. Y se da, por lo general, una semana después de los primeros signos. La fase fértil no comienza con el sangrado, viene después.
Las cachorritas suelen ser regulares en la frecuencia del celo. Si el tiempo entre celos es demasiado variable, es mejor consultar al veterinario.
Consejos de cuidado de una mascota en celo
No es necesario encerrarla, su mascota sigue necesitando paseos diarios. Pero hay que sacarla siempre correa y procurar llevarla a lugares y horarios que estén menos frecuentados por otros perros.
Si convive con perros machos, sí es necesario separarla de ellos, ya que las feromonas de la hembra los pondrán bastante inquietos.
Hay que cuidarse de cerrar bien las puertas y ventanas, porque tenderá a escapar en busca de pareja.
Puede ponerle calzones de celo, que además de evitar las manchas, pueden protegerla de ser montada. Pero hay que tener en cuenta que hay que retirarlos para que haga sus necesidades.
Es posible considerar la opción de esterilizarla, pero también hay que tener en cuenta que esto conlleva consecuencias físicas y desventajas.
El portal no recomienda usar inhibidores de celo o tratamientos abortivos, porque pueden producir patologías.
Hay que tener en cuenta que no es cierto que si las hembras deban cruzarse o tener crías al menos una vez.
Si llega a vomitar o perder el apetito, hay que consultar al veterinario.
REDACCIÓN EL TIEMPO
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