La
pandemia de covid-19 ha tenido efectos desproporcionados sobre mujeres de todas las edades, muchas de las cuales han enfrentado desde la
pérdida de sus trabajos hasta la agudización de
distintas formas de violencia contra ellas y la sobrecarga laboral no remunerada en sus hogares.
No se trata de fenómenos nuevos; de hecho, la crisis sanitaria puso en evidencia las brechas de género, que entorpecen el reconocimiento de mujeres y niñas, les restan oportunidades, violan sus derechos y truncan su desarrollo.
El 19 % de las niñas se casan antes de los 18 años, y las organizaciones feministas y de derechos de la mujer reciben menos del 1 % de la ayuda al desarrollo mundial dedicada a la igualdad de género
En torno a diagnósticos de este tipo, y la búsqueda de formas efectivas para eliminar las desigualdades de género, giró el
Foro Generación Igualdad, que se celebró en Ciudad de México, en marzo, y en París, del 30 de junio al 2 de julio, con el apoyo de
ONU Mujeres.
Este foro no solo lanzó un plan ambicioso a cinco años, con acciones concretas, que busca lograr avances irreversibles en esta materia, sino que logró 40.000 millones de dólares en compromisos financieros para llevarlos, finalmente, a la práctica.
Michèle Ramis, embajadora de Francia en Colombia, se refiere a la importancia de este encuentro global, a partir del cual se espera que el mundo aborde el desafío de lograr la igualdad de género, sin más retrasos: “Con este foro, los derechos de la mujer han entrado en una nueva era global”, dice.
¿Por qué es importante combatir la desigualdad de género?
Una sociedad sana es una sociedad mixta, que se beneficia con los aportes del 100 por ciento de su población y no solo de la mitad de ella. Francia considera que las mujeres, como los hombres, son actores del desarrollo sostenible y de una sociedad equilibrada. Hay que promover su representación en todos los órganos de decisión.
Para Francia, la igualdad de género es un tema prioritario, por eso nos proponemos apoyar la emancipación de las mujeres en todos los sectores, luchar contra la violencia de género, por la igualdad profesional y la educación de las niñas, por la participación de las mujeres en la política y en la economía.
Incluso hoy en día, las mujeres y las niñas suelen verse más afectadas que los hombres por la pobreza, los conflictos y el cambio climático. La crisis del covid puso en evidencia su vulnerabilidad, ya sea en su propio hogar, con las violencias domésticas, o en el ámbito social, donde sufrieron pérdidas económicas o desempleo.
¿Cuáles son, en su criterio, las desigualdades de género globales más preocupantes?
Hay diversos aspectos que urge enfrentar y, dependiendo de los países, las brechas son más profundas en algunos sectores.
Las cifras son alarmantes. Por ejemplo, más de 640 millones de mujeres de 15 años o más han sufrido
violencia física o sexual por parte de su pareja; las mujeres dedican tres veces más de tiempo al trabajo de cuidados no remunerado que los hombres; el 19 por ciento de las niñas se casan
antes de los 18 años, y las
organizaciones feministas y de derechos de la mujer reciben menos del 1 por ciento de la ayuda al desarrollo mundial dedicada a la igualdad de género.
Se suma que 190 millones de mujeres que quieren evitar un embarazo no usan métodos anticonceptivos modernos, y dos tercios de las mujeres forman parte de la población activa, frente al 90 por ciento de los hombres, lo que no ha cambiado en gran medida en las últimas tres décadas. Si se sigue a este ritmo, las mujeres solo alcanzarán la igualdad salarial y la paridad en puestos de liderazgo en 135,6 años.
¿Qué condiciones profundizan las brechas y cuáles deben enfrentarse con urgencia?
Son numerosas y pienso que todas deben abordarse de manera global, porque están íntimamente relacionadas. Para reducir las desigualdades, el foro propuso crear Coaliciones para la Acción, que abordarán seis temas críticos que sustentan la igualdad de género: justicia y derechos económicos, autonomía sobre el cuerpo, derechos y salud sexual y reproductiva, acción feminista para la justicia climática, tecnología e innovación para la igualdad de género, y movimientos y liderazgos feministas.
El foro permitió que el tema de la igualdad esté siendo incluido en las agendas gubernamentales
Cada una presentó durante el foro un conjunto de acciones concretas, ambiciosas y de ejecución inmediata para el período 2020-2025, a fin de lograr un efecto tangible sobre la igualdad de género y los derechos humanos de niñas y mujeres. El financiamiento para lograr los resultados fue parte esencial de la agenda.
Para el logro de estos objetivos, las coaliciones crearán alianzas, implementarán soluciones específicas y rendirán cuentas anualmente sobre los avances hacia la transformación, en especial para niñas y mujeres que han quedado atrás debido a la pobreza o la marginalización.
¿En qué regiones es particularmente lento el avance en la eliminación de brechas?
Si bien es cierto que en algunos países y regiones los derechos de las mujeres se ven más afectados, es una problemática global. Problemas de a la educación, carencia de recursos y falta de políticas públicas y de voluntad para avanzar e implementar medidas que permitan ir hacia adelante son los principales motivos que impiden a ciertos países ver cambios en materia de igualdad.
Gracias a la sociedad civil y al interés de muchas naciones, el foro permitió que el tema de la igualdad esté siendo incluido en las agendas gubernamentales.
¿Qué aspectos sociales, económicos y culturales entorpecen los avances en esta materia?
Necesitamos un cambio generacional, al igual que financiamientos, cambios en las normas de género (que incluyen la participación de niños y hombres), reformas jurídicas y normativas, educación, datos con perspectiva de género y rendición de cuentas, atención intersectorial de la discriminación y abordar las desigualdades estructurales a través de un enfoque sistémico.
Tenemos que volver realidad los textos jurídicos, detectar y combatir los retrocesos y, sobre todo, eliminar el miedo a los avances de los derechos de las mujeres, que no amenazan a nadie, sino que fortalecen las sociedades.
¿Qué efectos tuvo la pandemia en este fenómeno?
El covid-19 ha agravado la situación de las mujeres, en todos los países, de forma desproporcionada: constituyen la mayor parte de los trabajadores de primera línea de sectores críticos, como el sanitario, y se han visto muy afectadas por el aumento de la violencia doméstica a causa de los confinamientos, la pobreza y el trabajo no remunerado.
Las respuestas de los gobiernos han sido insuficientes: solo una mínima parte de las políticas de protección social, del mercado laboral y fiscales que buscan luchar contra el covid-19 tienen en cuenta el género.
Cuando hablamos de desigualdades de género también nos referimos a las que afectan a la comunidad LGBTQI+…
En los últimos veinte años, los derechos
LGBTQI han avanzado de forma innegable en todas partes, lo que ha llevado en particular a la adopción de leyes de ‘
matrimonio para todos’, incluso en países con reputación de conservadores; pero el aumento de casos de violencia denunciados en los últimos años es motivo de preocupación.
Este es el inicio de un proceso de cambio transformador
La familia, como la escuela, son espacios que pueden perpetuar los patrones homofóbicos, amplificados por las redes sociales y las formas de ciberacoso, que pueden explicar el suicidio entre los jóvenes LGBTQI. Un fenómeno que se ha visto agravado por el encierro, que ha dado lugar a un aumento significativo de problemas como la depresión y los desalojos del domicilio familiar.
En este aspecto también hay mucho camino por recorrer y muchos esfuerzos por hacer. Es preciso promover una cultura de no discriminación y definir políticas públicas valientes, permitiendo la tolerancia y la convivencia entre diferentes orientaciones sexuales.
¿De qué se trata el Plan de Aceleración Global para la Igualdad de Género?
El foro optó por centrarse en compromisos concretos y en un enfoque de múltiples actores, en lugar de una cumbre ‘clásica’ de la ONU entre Estados con una declaración final. Este enfoque responde a la voluntad del presidente francés,
Emmanuel Macron, de hacer de este evento la
encarnación del multilateralismo a través de la acción que cada Estado promueve.
Los 1.000 compromisos anunciados en París se articulan en torno al Plan de Aceleración para la Igualdad de Género y sus seis Coaliciones de Acción, y al lanzamiento del Pacto para la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad, liderados por ONU Mujeres.
¿Qué lleva a pensar que este plan logrará impactar el problema de la desigualdad de género?
El foro fue una oportunidad para construir una relación sólida y duradera con la sociedad civil feminista. Su formato híbrido permitió que más de 500 oradores de la sociedad civil tomaran la palabra en el centenar de eventos organizados en la plataforma online y que casi 50.000 participantes contribuyeran a los intercambios.
Con los auspicios de ONU Mujeres, y bajo la presidencia sa, el foro fortaleció alianzas entre los Estados, las organizaciones internacionales y la sociedad civil. Los defensores de las coaliciones y los aliados comprometidos trabajarán juntos para aplicar los planes de acción proporcionando recursos, llevando a cabo actividades de promoción, cambiando leyes y políticas y aplicando programas.
Se unirán a una comunidad de práctica y compartirán los éxitos, retos y lecciones aprendidas. Harán un balance de los progresos y determinarán los ámbitos en los que es necesaria una mayor acción colectiva para estimular el cambio. Este es el inicio de un proceso de cambio transformador. Alrededor de 100 países participaron activamente en este foro, y eso es una clara muestra de la relevancia que está adquiriendo el tema.
Se lograron avances en materia de financiación…
Los resultados del foro fueron acogidos unánimemente con más de 40.000 millones de dólares de nuevos compromisos para el periodo 2021-2026 y numerosos anuncios políticos de los gobiernos participantes. Francia, por ejemplo, anunció apoyos financieros para la salud y los derechos sexuales y reproductivos y la educación de las niñas, y lanzó una serie de nuevas iniciativas que marcarán nuestra diplomacia feminista para los próximos años.
Entre dichas iniciativas se puede citar el lanzamiento de un Llamado de París para la Generación Igualdad en el deporte, con ONU Mujeres y el
Comité Olímpico Internacional, que busca mejorar la igualdad en el deporte; también se decidió iniciar el proceso para conseguir la
primera norma internacional ISO sobre igualdad de género, que armonizará y reforzará las buenas prácticas en la materia; mediante la creación de un estatuto se buscará luchar
contra los estereotipos de género en las industrias culturales y creativas, que ha reunido a 76 firmantes en 23 países, comprometiéndose a cambiar sus prácticas.
REDACCIÓN VIDA DE HOY
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