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Explicativo
¿Cómo obtener el perdón de los pecados en el Jubileo? Conozca las condiciones de la Iglesia
Esto es lo que debe hacer para recibir la indulgencia plenaria, según la tradición.
El Jubileo fue inaugurado el pasado 24 de diciembre por el papá Francisco al abrir la Puerta Santa de la basílica de San Pedro del Vaticano. Foto: iStock
Organizado cada 25 años por la Iglesia católica, el Jubileo es visto como un tiempo de conversión y penitencia para los fieles y se acompaña de una larga lista de eventos culturales y religiosos. Este fue inaugurado el pasado 24 de diciembre por el papá Francisco al abrir la Puerta Santa de la basílica de San Pedro del Vaticano.
A lo largo de todo el año, los peregrinos podrán atravesar esta pesada e imponente puerta de bronce, cerrada en tiempos normales, para recibir la "indulgencia plenaria", el perdón de los pecados según la tradición, así como las diferentes puertas que se han abierto en iglesias alrededor del mundo, como es el caso de la Catedral Primada de Colombia, en Bogotá.
Al tratarse de un tiempo en el que se invita a renovar la fe y experimentar la misericordia de Dios, desde la Iglesia también se han planteado otras formas de obtener esta indulgencia.
Requisitos generales
Según Aci Prensa, la Penitenciaría Apostólica plantea que para obtener la indulgencia plenaria los fieles deben:
Estar verdaderamente arrepentidos.
Excluir todo afecto al pecado.
Estar movidos por espíritu de caridad.
Purificarse a través del sacramento de la penitencia o confesión.
Recibir la Santa Comunión.
Orar por las intenciones del Papa.
Formas de obtener la indulgencia
"Durante el Jubileo Ordinario del 2025 permanece en vigor cualquier otra concesión de Indulgencia. Todos los fieles verdaderamente arrepentidos, excluyendo todo afecto al pecado y movidos por espíritu de caridad y que, en el curso del Año Santo, purificados a través del sacramento de la penitencia y alimentados por la Santa Comunión, oren por las intenciones del Sumo Pontífice, podrán conseguir del tesoro de la Iglesia, plenísima Indulgencia, remisión y perdón de sus pecados, pudiéndose aplicar a las almas del Purgatorio en forma de sufragio", plantean desde la Penitenciaría Apostólica.
Entre las formas para alcanzar el perdón de los pecados durante el Jubileo están:
Sagradas peregrinaciones
Los fieles podrán conseguir la Indulgencia Jubilar concedida por el Santo Padre si emprenden una peregrinación hacia cualquier lugar sagrado jubilar. Participando devotamente en la Santa Misa; en una Misa ritual para conferir los sacramentos de iniciación cristiana o la Unción de los enfermos; en la celebración de la Palabra de Dios; en la Liturgia de las Horas (oficio de lecturas, laudes, vísperas); en el Vía Crucis; en el Rosario mariano; en el himno del Akathistos; en una celebración penitencial, que concluya con las confesión individual de los penitentes, como está establecido en el rito de la Penitencia (forma II).
Después de 25 años, nuevamente empieza el Jubileo. Foto:X: @Pontifex_es
En Roma: en al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores: de San Pedro en el Vaticano, del Santísimo Salvador en el Laterano, de Santa María la Mayor, de San Pablo Extramuros;
En Tierra Santa: en al menos una de las tres Basílicas, del Santo Sepulcro en Jerusalén, de la Natividad en Belén, de la Anunciación en Nazaret.
En otras circunscripciones eclesiásticas: en la iglesia catedral u otras iglesias y lugares sagrados designados por el Ordinario del lugar.
En las pías visitas a los lugares sagrados
Los fieles podrán conseguir la Indulgencia jubilar si, individualmente o en grupo, visitan devotamente cualquier lugar jubilar y ahí, durante un período de tiempo adecuado, realizan adoración eucarística y meditación, concluyendo con el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima e invocaciones a María.
Lugares que se pueden visitar:
En Roma: la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén, la Basílica de San Lorenzo al Verano, la Basílica de San Sebastián, el Santuario del Divino Amor, la Iglesia de Santo Spirito in Sassia, la Iglesia de San Pablo alle Tre Fontane, las Catacumbas cristianas; las iglesias de los caminos jubilares dedicadas respectivamente al Iter Europaeum y las iglesias dedicadas a las Mujeres Patronas de Europa y Doctoras de la Iglesia (Basílica de Santa María sopra Minerva, Iglesia de Santa Brígida en Campo de’ Fiori, Iglesia de Santa María della Vittoria, Iglesia de Trinità dei Monti, Basílica de Santa Cecilia en Trastevere, Basílica de San Agustín en Campo Marzio)
En otros lugares del mundo: las dos Basílicas Papales menores de Asís, de San Francisco y de Santa María de los Ángeles; las Basílicas Pontificias de la Virgen de Loreto, de la Virgen de Pompeya, de San Antonio de Padua; cualquier Basílica menor, iglesia catedral, iglesia concatedral, santuario mariano, así como, cualquier insigne iglesia colegiada o santuario designado por cada Obispo diocesano, como también santuarios nacionales o internacionales, indicados por las Conferencias Episcopales.
Los fieles que no puedan participar en las solemnes celebraciones, en las peregrinaciones y en las pías visitas por motivos de salud o por encontrarse recluidos en cárceles también pueden conseguir la Indulgencia jubilar recitando el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima y otras oraciones conforme a las finalidades del Año Santo, ofreciendo sus sufrimientos o dificultades de la propia vida, ante la emisión de las palabras del Sumo Pontífice o de los Obispos diocesanos trasmitidas a través de los medios de comunicación.
Obras de misericordia y penitencia
De acuerdo con Aci Prensa, los fieles también pueden obtener la indulgencia jubilar mediante la participación en misiones populares o ejercicios espirituales u otros encuentros de formación sobre textos del Concilio Vaticano II y del Catecismo.
La realización de obras de misericordia corporales y espirituales.
Visitas a personas necesitadas (enfermos, encarcelados, ancianos, etc.)
Iniciativas penitenciales, especialmente los viernes: absteniéndose de distracciones banales (reales o virtuales como las redes sociales); ayunando o practicando la abstinencia; donando dinero a los pobres; apoyando obras de carácter religioso o social (especialmente en favor de la defensa de la vida en cada etapa y la protección de los menores abandonados, juventud en dificultad, ancianos necesitados o solos, migrantes); dedicando tiempo al voluntariado.