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Murió el papa Francisco: estas son las reglas que modificó para su funeral y la explicación de por qué lo hizo
• El Papa reveló querer ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor.
• El Papa buscaba asegurarse que el funeral fuera “el de un pastor y no el de un poderoso de este mundo”.
El papa Francisco falleció este lunes 21 de abril y, como él mismo había anticipado en vida, su funeral se desarrollará bajo un protocolo reformado, más austero y simple, adaptado por su propia voluntad para reflejar con mayor fidelidad la humildad evangélica.
Las exequias del pontífice argentino, que lideró la Iglesia Católica desde marzo de 2013, se celebrarán según las nuevas normas del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, un libro litúrgico que él mismo encargó modificar y que fue publicado por el Vaticano en noviembre de 2024.
Ya a fines de 2023, cuando su estado de salud comenzaba a generar creciente preocupación entre fieles y observadores, Francisco abordó con naturalidad el tema de su muerte en una entrevista concedida a la periodista mexicana Valentina Alazraki. Durante esa conversación, reveló dos aspectos significativos: su deseo de descansar en la Basílica de Santa María la Mayor —y no en San Pedro, como sus predecesores inmediatos— y su decisión de modificar el ritual fúnebre reservado a los pontífices.
“Ya está preparado el lugar”, había confesado entonces. Esta basílica, una de las cuatro papales de Roma, alberga el ícono bizantino de la Virgen Salus Populi Romani, a quien Jorge Bergoglio manifestó una profunda devoción. “Es mi gran devoción. Y antes, ya cuando venía, siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma, me iba un rato allí. Sí, hay una ligazón muy grande”, explicó.
El papa Francisco murió este lunes a los 88 años. Foto:EFE
Pero fue en esa misma entrevista cuando sorprendió con otro anuncio: “Lo simplificamos bastante”, dijo sobre el ritual de los funerales papales. “El ritual lo estreno yo”, agregó, con su característico tono coloquial. Apenas meses después, el 20 de noviembre de 2024, el Vaticano publicó oficialmente la nueva edición del libro litúrgico que regula las exequias del Sumo Pontífice, ahora modificadas bajo los lineamientos de la Constitución Prædicate Evangelium promulgada en marzo de 2022.
La Oficina para las Celebraciones Litúrgicas llevó a cabo una revisión integral del texto, con la colaboración de expertos que intervinieron en el léxico, la estructura y cada uno de los ritos. “El papa Francisco pidió simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de los funerales del Obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo Resucitado”, señaló entonces el arzobispo Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas de los Pontífices.
¿Cuáles son los cambios de los funerales?
Entre los cambios más notables se destaca la eliminación de elementos tradicionales como el uso de tres ataúdes —de ciprés, plomo y roble—, que fueron reemplazados por un único féretro de madera con un ataúd interior de zinc. Asimismo, se decidió que la constatación de la muerte no se realice en la habitación del Papa, sino en su capilla privada.
La exposición del cuerpo también fue modificada: a partir de ahora se realiza directamente en la Basílica de San Pedro y no en el Palacio Apostólico, suprimiendo además el uso del catafalco, la estructura elevada vestida con paños fúnebres. En consonancia con el espíritu de sobriedad buscado, tampoco se coloca el báculo papal junto al féretro durante la exposición, tal como lo establece el Cæremoniale Episcoporum para los obispos diocesanos.
La nueva edición mantuvo el ritual de las clásicas tres “estaciones”. Foto:EFE
Otro cambio significativo es la posibilidad de elegir un lugar de sepultura distinto a la Basílica Vaticana. Esta opción fue introducida en respuesta directa al pedido de Francisco de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, lo que representa una ruptura con la tradición reciente de sepultar a los pontífices en las grutas vaticanas.
El protocolo de las tres estaciones
Respecto de la estructura general del funeral, el nuevo protocolo mantiene el esquema de las tres “estaciones” tradicionales: en la casa del difunto, en la basílica y en el lugar de sepultura. Sin embargo, cada una de estas etapas ha sido simplificada. En la primera estación, la constatación de la muerte y la deposición en el ataúd ocurren en la capilla privada; en la segunda, se suprime el traslado inicial al Palacio Apostólico y se prevé un único traslado a la Basílica de San Pedro, donde se celebra la misa exequial; y en la tercera, el entierro se realiza directamente con el ataúd ya cerrado, eliminando los féretros sucesivos.
También se modificó el uso de los títulos papales en los textos litúrgicos. Mientras que antes se utilizaban expresiones como Summi Pontificis (Sumo Pontífice), la nueva edición opta por un lenguaje más simple y pastoral: “Papa”, “Obispo de Roma”, “Pastor” o Romanus Pontifex.
“El rito renovado es para resaltar aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso de este mundo”, concluyó el arzobispo Ravelli al presentar la reforma.
El papa Francisco, fiel a su estilo, buscó hasta el final despojar el ceremonial de todo vestigio de ostentación. Su funeral, que se celebrará bajo las reglas que él mismo trazó, marcará un nuevo capítulo en la historia de las exequias papales, más sobrio, más cercano a la esencia pastoral que quiso imprimir a su pontificado desde el primer día.
La nueva edición es más ágil, fácil de consultar y preciso en sus indicaciones rituales. Foto:EFE
Cantos
La nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis también fue revisada en lo que tiene que ver con las oraciones y el aggiornamento de las letanías de los santos.
“Para dejar mayor libertad en la elección del repertorio a interpretar”, explicó el arzobispo Ravelli, “se decidió eliminar la notación musical, insertando al mismo tiempo referencias precisas a las páginas del Graduale Romanum de 1979, como libro litúrgico oficial de canto de la Iglesia romana. También en este caso, los textos de los salmos se han uniformizado a la Nova Vulgata”.
El Papa, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, nació en Argentina. Foto:AFP
Las letanías de los santos son cantadas durante las exequias en dos ocasiones. Durante el traslado del cuerpo del Papa a la basílica, en la forma más larga, y durante la súplica tradicional de la Iglesia de Roma, al final de la misa exequial, para la que se ha elegido la forma corta.
En la nueva edición, se incluyeron todos los santos celebrados con el grado de fiesta o memoria obligatoria, indicados en el Calendario General, y se completó con la inclusión de todos los santos Papas presentes en el Calendario General con el grado de memoria facultativa y algunos santos de la Iglesia de Roma.
Los 'Novendiales'
En su último capítulo, el libro litúrgico se refiere a las disposiciones de los llamados “novendiales”, es decir, las misas en sufragio del papa difunto a celebrarse por nueve días consecutivos a partir de la misa exequial.
En la nueva versión del ritual se incluyeron cuatro, y ya no tres, formularios de oraciones, ya que se incorporaron todas las que ofrece el Missale Romanum por el Papa difunto y la del obispo diocesano fallecido. A diferencia de la edición anterior, se omitieron los textos del Leccionario, del que sólo se ofrecen en su lugar las indicaciones bíblicas.
Por último, la nueva edición no incluyó el apéndice con el Ordinario de la Misa, las colecciones de salmos penitenciales y graduales y los cantos del Ordinario con notación gregoriana.
El Papa Francisco saludando a sus seguidores. Foto:Vatican News
“El Ordo Exsequiarum Romani Pontificis no está concebido como un misal plenario”, concluyó el Maestro de las Celebraciones Pontificias, sino como un Ordo en el sentido propio del término, es decir, que contiene las indicaciones rituales, el desarrollo de los ritos y los textos propios, pero se remite para todo lo demás a los libros litúrgicos en uso, es decir, el misal, el leccionario y el gradual.
“El resultado, por tanto, es un volumen más ágil, fácil de consultar y preciso en sus indicaciones rituales, un instrumento esencial para la preparación y celebración de las exequias del discípulo de Cristo elegido sucesor de Pedro”, explicó Ravelli.
Las reformas a la iglesia que promovió el papa Francisco, antes de morir | El Tiempo