“Dame vitamina rosa” es la consigna hoy. Este singular pedido hace parte de la tendencia dopamina, que en el mundo de la moda causa sensación. En otras palabras, usar una buena dosis de un color que suba el ánimo y nos cambie el 'mood'. Y eso es justamente lo que está haciendo el aclamado rosado, cuya fiebre se intensifica con el estreno mundial de la muy esperada película Barbie.
La fiebre rosa es un efecto positivo que sobrevino tras el fin de la larga cuarentena por el covid-19 y que ahora toma nuevos bríos con la ‘Barbiemanía’. Las prendas en tonos grises, tierra, beis que nos arropaban la incertidumbre en los primeros años de la pandemia se guardaron para darle espacio a las llenas de “energía, confianza, empoderamiento”, sinónimos de este vibrante color, asegura Ana Arango, directora creativa de una marca de ropa homónima.
Los armarios, las vitrinas, las plataformas digitales, las calles e incluso grandes marcas de diversos sectores como la industria cosmética, la tecnología, el turismo se están vistiendo de rosado, que “desde siempre ha sido asociado al amor, romanticismo, pero también es sinónimo de elegancia y sensibilidad, empoderamiento, sofisticación incluso lo vemos representando causas nobles”, explica Andrea Silva, directora de marketing de MNG en Colombia.
Un color que también despierta los mejores recuerdos. Para María Isabel Cepeda, creadora de una marca de moda que lleva su nombre, el rosado la transporta a su infancia, “siempre tratamos de incluirlo en nuestras colecciones ya que es nostálgico, alegre, playful (juguetón), moderno, inocente y lleno de pasión al mismo tiempo”, asegura.
Entonces no es extraña su fuerte presencia en diferentes texturas, siluetas, prendas, calzado, rios y complementos. Tan rotunda será que incluso hay quienes se atreven a decir que “¡este color es el nuevo negro!”, subraya Silva.
“Siempre va a estar en tendencia, sea pale pink, fucshia y/o rosado coral (entre otras gamas) porque llena de alegría, le queda bien a la mayoría y nos hace sentir superfemeninas y coquetas”, asegura Cepeda.
Pero la fiebre rosa no llegó con Barbie, la película protagonizada por Margott Robbie y Ryan Gosling, estrenada este jueves en Colombia. Ana Arango recuerda cómo la colección primavera verano 22 de Valentino tuvo una influencia significativa del aclamado rosa. Además de la respuesta emocional positiva al llevarlo puesto, también es determinante su uso extendido en el mundo digital, por eso insiste que “hace mucho no se veía una invasión de color tan fuerte como la del rosado, especialmente el fucsia”, el año pasado.
Y mientras el mundo se pinta de rosa, gracias a este color también se derrumban viejos paradigmas que limitaban su uso a un género. Hoy, lo llevan sin miedo ni prejuicios los hombres que no temen crear outfits rosa incluso de pies a cabeza. El actor Ryan Gosling, que interpreta a Ken en la aclamada cinta, es un ejemplo de ese esperado atrevimiento, al vestir de rosa pastel durante la premier mundial de la película en Los Ángeles, California. Un look monocromático vintage en rosa salmón de Gucci, que remató con un collar blanco del que pendía un detalle especial, la letra E, la inicial del nombre de su esposa, la actriz cubana Eva Mendes, con la tipografía de Barbie. Un gesto que la crítica ha calificado de romántico.
Pero Gosling no es el primero en vestir de rosa. “El rosado en el armario masculino lleva bastantes años. Con el lila es el color que representó una pequeña revolución a principios de los años 2000 –explica Arango–. Hoy toma fuerza porque deportistas, cantantes e influenciadores han sido más abiertos a la hora de usarlo y eso motiva al resto de hombres”.
La ‘rosamanía’ continuará una buena temporada y más gracias a tendencias como la Barbiecore, inspirada en la popular muñeca americana, y a la película que nos puso, de nuevo, a ver la vida color de rosa. Y usted, ¿ya tiene su dosis de vitamina rosada?
FLOR NADYNE MILLÁN MUÑOZ
Instagram: @nadynemillan
Especial para EL TIEMPO