Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para 2017 dos de cada cinco colombianos acudía a la medicina alternativa. Aunque es una opción que funciona para algunas personas, hay que tener precauciones.
Estas son algunas preguntas que recomienda la Biblioteca Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para antes de comprar remedios naturales.
- ¿Cómo se describe el producto? Si parece ser una píldora milagrosa que, aparentemente, funciona en muy poco tiempo, es mejor dudar de su efectividad.
- ¿Existen riesgos? Antes de consumir el producto es recomendable hablar con quien se lo está suministrando para saber cuáles son los efectos secundarios o las consecuencias del medicamento.
- ¿Reaccionará a otros medicamentos? Si lleva un tratamiento diferente al que desea iniciar, es apropiado consultar a su médico o proveedor si pueden existir interferencias en este con el nuevo medicamento.
- ¿Puede que no me funcione? Las historias personales no son pruebas científicas. Recuerde que los cuerpos son diferentes y no siempre responderán igual.
Otras recomendaciones
Las plantas medicinales no necesitan someterse a pruebas muy rigurosas como los medicamentos que suelen venderse en farmacias usuales ni tienen las mismas regulaciones, así que es posible que a veces no den el resultado esperado.
Tenga especial cuidado si le va a suministrar hierbas medicinales a niños, personas mayores de 65 años, personas en estado de embarazo o lactancia o si está próximo a una cirugía.
Ejemplos de hierbas que pueden ser peligrosas
La istración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha alertado sobre el consumo de kava.
Esta hierba ha sido usada en comunidades indígenas del pacífico para tratar la ansiedad y el estrés. Sin embargo, de acuerdo con un análisis de 25 informes de eventos desfavorables en otros países, la FDA encontró hace 20 años que su uso puede estar asociado con lesiones hepáticas graves.
Otro ejemplo es la Hierba de San Juan que, según la Clínica Mayo, sirve para tratar la depresión y síntomas de la menopausia. Pese a sus beneficios, su uso puede interferir en el funcionamiento de anticonceptivos y causar sangrado intermenstrual.
La Hierba de San Juan también puede tener efectos secundarios como mareo, diarrea o estreñimiento, sequedad en la boca, fatiga, dolor de cabeza, mayor sensibilidad a la luz e insomnio.
A pesar de algunas alertas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoce que los aportes de la medicina tradicional y complementaria contribuyen a la Estrategia de salud universal, que busca fortalecer la atención centrada en las comunidades desde la interculturalidad.
De hecho, las plantas medicinales pueden ser clave en el fortalecimiento de los sistemas de salud en las regiones.
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Paula Valentina Rodríguez Mora
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO