Un programa que respondía a inquietudes de la ciudad, una estrategia que tuvo que desdibujar etiquetas, además del apoyo de figuras políticas y académicas diversas, le valieron el triunfo a la primera alcaldesa de Bogotá.
Para Guillermo Cuéllar, socio de Brújula Comunicaciones, fue clave que Claudia se sobrepusiera a la ‘caricaturización’ de ‘mujer gritona’. “Los últimos debates lograron desacreditar esa imagen negativa y que se entendiera que ella les apostaba a temas de ciudad que le importaban al bogotano real: la movilidad, la inseguridad, la contaminación. Se proyectó que la Alcaldía tiene que resolver los problemas de la gente, y no los políticos”, explicó Cuéllar. Agrega, que también le favoreció la imagen de "ciudadana auténtica".
"Era una candidata que no pertenecía a una familia política, era la que había tenida una vida bogotana más auténtica", insistió.
Así, Claudia salió a flote, entre otras cosas, con apuestas como una red de movilidad con metro elevado, trenes ligeros regionales y TransMiCable; una apertura hacia la educación gratuita para jóvenes y adultos mayores; un fortalecimiento de seguridad a través de más y mejores cuerpos de seguridad, la congelación del impuesto predial y las tarifas de aseo, entre otras propuestas.
Para Ómar Oróstegui, director de Bogotá Cómo Vamos, Claudia logró conectar con la ciudad. "Bogotá está cambiando; viene creciendo la clase media y se registran nuevos temas en la agenda ciudadana, en temas de sostenibilidad urbana, en particular desde colectivos ambientales, de género y de reivindicaciones sociales. La Alcaldesa electa logró sintonizarse con problemas muy territoriales y con las necesidades e intereses de las nuevas generaciones", detalló.
Por otra parte, Claudia contó con figuras políticas, académicas y de opinión “diversas”, según el concepto de Cuéllar, que le valieron cierta atención entre las audiencias. Al final del camino se rodeó de personajes políticos como Antanas Mockus, Ángela María Robledo, María Mercedes Maldonado, Juan Fernando Cristo, Rafael Pardo y Luis Ernesto Gómez, entre otros. Contó además con el respaldo de académicos como la ambientalista Brigitte Baptiste, la líder de opinión María Jimena Duzán.
Claudia, además, captó voces jóvenes que han sido figura en los últimos años. En campaña, se la vio acompañada de Alejandro Palacio, uno de los líderes estudiantiles de las marchas universitarias de 2018 que pusieron en jaque al Gobierno Nacional con una serie de exigencias en pro de la educación pública.
Para Julián Sastoque, otro líder juvenil cuyo nombre ya es conocido por su participación en política y en actividades de la ONU, el discurso de Claudia dirigido a jóvenes y mujeres fue también un punto clave. "Es una mujer que se arriesgó a escucharnos y a hacernos parte de su agenda", reconoció Sastoque.
Para Florence Thomas, feminista y académica, el discurso con mensajes orientados hacia la mujer caló en la opinión pública. “Lo que pasó con Claudia López hoy nos demuestra que las mujeres somos imparables, nada nos hará retroceder”, afirmó.
Quizás su virtud fue no querer encasillarse en sus rasgos identitarios, cerrando la puerta a otros nichos electorales, lo que le permitió recoger votantes
Sin embargo, para Juan David Cárdenas, politólogo y experto en comunicación política, “el triunfo de Claudia se da a pesar de la comunicación”. “Quizás su virtud fue no querer encasillarse en sus rasgos identitarios, cerrando la puerta a otros nichos electorales, lo que le permitió recoger votantes. Pero, el triunfo obedece mucho más a la evolución política del último tramo de la campaña, y no a estrategias de comunicación política”, insistió Cárdenas.
Para Cárdenas, Claudia tuvo que "moderar mucho su lenguaje y temperamento y rodearse de figuras políticas que buscaran trasmitir apoyo y una sensación de tender puentes, aprovechando la salida de varias figuras femeninas importantes de la Colombia Humana que decidieron apoyarla a ella y no a Hollman Morris".
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