Explicativo

El dolor de espalda y los mejores ejercicios para combatirlo

Este malestar es, según la organización Mayo Clinic, una de las principales causas de discapacidad en el mundo y una de las razones más comunes por las cuales las personas buscan atención médica o faltan a sus trabajos.

El dolor de espalda puede suceder por estar constantemente en una mala posición. Dentro de los ejercicios que podría practicar para prevenir este malestar están el yoga, planchas isométricas, peso muerto y ejercitar la zona del core (centro del cuerpo). Foto: Getty Images

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La vida moderna trajo de la mano el aumento de patologías físicas y mentales. El ritmo frenético con el que se vive no da tregua y muchos trabajadores pasan varias horas sentados frente a la computadora; otros viven de afán y tienen tantas responsabilidades que no cuentan con el tiempo suficiente para hacer ejercicio. Esta nueva normalidad preocupa a los expertos del área de salud, quienes resaltan que el sedentarismo y el estrés diario provocaron un notable incremento de los problemas de espalda.
Según la Mayo Clinic, una organización americana sin fines de lucro especializada en atención médica, investigación y educación para todo tipo de personas, este malestar es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Para Santiago Kweitel, médico deportólogo y director del diplomado en Medicina Deportiva Pediátrica de la Universidad Favaloro, de Buenos Aires (Argentina), el dolor de espalda es una de las razones más frecuentes de consulta y ausencia laboral: “Muchas veces no se condice con una patología grave, pero impacta sobre todo en el trabajo porque imposibilita que alguien permanezca mucho tiempo sentado y sin moverse”, aclara.
Asociada con el estilo de vida que se lleva, esta afección la sufren ocho de cada diez personas en algún momento de sus vidas. Estas cifras se desprenden de un informe de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, donde además resaltan que esta dolencia puede ser leve y constante o punzante y repentina.

¿Cómo surge el dolor?

El dolor de espalda es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo, según Mayo Clinic. Foto:iStock

“El desgaste de la columna arranca a partir de los 30 años, momento en que los discos intervertebrales empiezan a perder líquido”, dice Roberto Lowenstein, kinesiólogo de la Fundación Favaloro y osteópata del Centro Kineos, en Argentina. “Si la persona no está bien compensada a nivel músculo-esquelético, estará más predispuesta a sufrir dolor”, agrega.
Su origen también tiene que ver con causas multifactoriales. Según Lowenstein, la columna es un punto donde se desencadenan dolores que pueden venir de otros lados. Así, enumera factores de riesgo tales como el estrés, el sedentarismo, el sobreentrenamiento, el mal descanso y la mala alimentación ya que según revela el kinesiólogo, “las harinas blancas y el azúcar generan que los tejidos se inflamen”.
Por su parte, Kweitel menciona que hay dos zonas de la espalda donde se localizan los dolores principales: la cervical, que se ubica desde la base del cráneo hasta la parte superior de la columna torácica, y la lumbar, que se encuentra en la parte inferior de la columna.
Algunos factores de riesgo son el estrés, el sedentarismo, el sobreentrenamiento, el mal descanso y la mala alimentación
El primero suele desencadenarse a partir de la tensión y las malas posturas, sobre todo a raíz del constante uso del celular y dispositivos electrónicos, porque “se altera la biomecánica de la columna que está preparada para que la cabeza esté erguida; por lo tanto, a medida que la ubica hacia adelante, se genera una presión sobre las vértebras y los discos que muchas veces llevan a contracturas”.
Con respecto a las lumbares, el médico destaca que es producto de un escaso trabajo o estabilidad de la zona media: abdominales frontales, oblicuos, suelo pélvico y diafragma. “La población casi no trabaja esta área, pero la realidad es que tenerla fuerte y sólida evita problemas tales como caídas y permite que se soporte mejor la columna”, añade Kweitel.
Además, la falta de flexibilidad, es decir, el acortamiento muscular y los problemas de hernias o enfermedades crónicas como la artrosis, aumentan esta condición.
A medida que pasa el tiempo, los huesos se desgastan y las probabilidades de sufrir dolor de espalda aumentan. No obstante, según Kweitel, su intensidad y aparición se pueden gestar en cualquier momento de la vida de acuerdo al estilo de vida que lleve cada persona. Por ejemplo, “hay oficios que tienen que ver con el cargamento de peso; por ende, en estos casos se estará más propenso a sufrir dolor”, explica.

Dolor de espalda Foto:iStock.

Frente a este escenario, la realidad muestra que nadie queda exento del dolor de espalda. En esta línea, Lowenstein suma que puede aparecer a cualquier edad: “Puede haber un niño estresado por tener sobrecarga de actividades, también puede pasar que haya una persona que cursa en la facultad, después trabaja, entonces se estresa porque no llega a rendir los exámenes”, dice el especialista.

¿Qué hacer?

De cara a esta molestia, los especialistas consultados coinciden en que el primer paso es definir el tipo de dolor: si es crónico o no. En caso de que sea permanente, se sugiere consultar con un profesional para ver sus características y descifrar su origen. De acuerdo con la intensidad del cuadro, se pueden optar por distintas terapias que atacan la zona afectada y corrigen la postura: desde sesiones de osteopatía, una técnica manual basada en masajes localizados, hasta kinesiología y reeducación postural global (RPG).
Hay que trabajar la consciencia corporal: debemos tener noción de cómo estamos parados, sentados y la manera en que nos movemos: Kweitel
“Hay que trabajar la consciencia corporal: debemos tener noción de cómo estamos parados, sentados y la manera en que nos movemos”, enfatiza Kweitel.
En ocasiones, y cuando se trata de un dolor agudo, se puede acudir al consumo de fármacos. Sin embargo, Kweitel resalta que de esta manera, en realidad no se está atacando la causa, sino aliviándola. Por lo tanto, “lo más probable es que con el tiempo vuelva a aparecer”, señala.

Ejercicios que ayudan

Sucede que el cuerpo humano está diseñado para estar en movimiento. Por ello, como hoy en día, las rutinas demandan interminables horas de oficina o de estudio, los especialistas consultados brindan una serie de recomendaciones para hacerle frente a esta situación y mantener el cuerpo, sobre todo la espalda, activa y así, evitar su dolor.
Por ello, Lowenstein repara en la importancia de tener rutinas de estiramiento para flexibilizar la columna. También en realizar pausas activas: “Aquellos que pasan varias horas al día sentados, lo ideal es que cada tres, cambien de posición, se muevan o caminen”.

Actividades tales como yoga y pilates son consideradas de las más nobles para ayudar a preservar la postura. Foto:iStock

En este camino, el entrenamiento es otro de los pilares claves, a través del cual se debe ejercitar la zona del core (centro del cuerpo), lo que va a permitir mantener la columna saludable y prevenir dolores. Y actividades tales como yoga y pilates son consideradas de las más nobles para ayudar a preservar la postura.

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