Gracias a su gran sentido del olfato, Carolina, una rata gigante africana, detectó más de 3.000 casos de tuberculosis durante siete años de labor y se estima que evitó la infección de más de 30.000 personas.
Carolina analizaba más de 100 muestras de flema con el objetivo de detectar tuberculosis en alrededor de 20 minutos, un proceso que podría demorar hasta cuatro días para procesar esa misma cantidad de información.
Este animal era parte de un grupo 40 ratas de la organización sin ánimo de lucro Apopo, que ayudan a combatir la epidemia de tuberculosis en Tanzania, Mozambique y Etiopía.
Las ratas analizan muestras de flema para la detección. Foto:Maria Anna Caneva Saccardo Caterina
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2023, 1,25 millones de personas murieron de tuberculosis a nivel mundial, incluidas 161.000 personas con infección por el VIH.
“Probablemente, la tuberculosis vuelve a ser la principal causa de muertes en el mundo provocadas por un patógeno infeccioso, tras tres años en los que lo fue la COVID-19”, explica la organización.
Cifras de la OMS muestran que, en 2023, el mayor número de nuevos casos se registró en la Región de Asia Sudoriental (el 45 por ciento), seguida de la de África (el 24 por ciento) y la del Pacífico Occidental (el 17 por ciento).
Alrededor del 87 por ciento de los nuevos casos se produjeron en los 30 países con alta carga de tuberculosis, y más de dos tercios del total mundial se concentraron en Bangladesh, China, Filipinas, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y la República Democrática del Congo.
Esta es una enfermedad infecciosa causada por el bacilo tuberculoso, una bacteria que usualmente afecta a los pulmones y es transmitida por el aire cuando una persona contagiada tose, estornuda o escupe. Su tratamiento es con antibióticos y, si no se trata a tiempo, puede ser mortal.
Aunque algunas personas no presentan síntomas, la tos prolongada, el dolor en el pecho, la astenia, el cansancio, la pérdida de peso, la fiebre y los sudores nocturnos son algunas señales de alarma.
“Los síntomas dependen de la parte del cuerpo afectada. Aunque la tuberculosis suele afectar a los pulmones, también pueden verse afectados los riñones, el cerebro, la columna vertebral y la piel”, asegura la OMS.
Entrenar por completo a las ratas detectoras de tuberculosis (TB) de Apopo toma entre 9 meses y un año. De acuerdo con la organización, estos animales reciben una excelente alimentación, ejercicio regular, atención personalizada, tiempo de juego programado, y cuidados veterinarios frecuentes, además del seguimiento constante de un responsable de bienestar animal en las instalaciones.
A las cuatro semanas de vida, las ratas comienzan a abrir los ojos y a adaptarse a su entorno y al o con personas. Son manipuladas regularmente por personal capacitado y expuestas a sonidos y olores humanos cotidianos.
Durante su entrenamiento, las ratas aprenden a asociar el sonido de un clic con una recompensa. Cuando se acercan a una muestra de esputo (flema) positiva para TB, escuchan un clic y reciben un bocado como recompensa.
Entrenar por completo a las ratas detectoras de tuberculosis de Apopo toma entre 9 meses y un año. Foto:Maria Anna Caneva Saccardo Caterina
Luego, aprenden a distinguir entre muestras positivas y negativas para tuberculosis. Solo escuchan el clic y reciben la recompensa si interactúan con una muestra positiva.
En una cámara de prueba más grande, se colocan filas de 10 muestras bajo orificios por donde las ratas pueden olfatear. Allí aprenden a evaluar muchas muestras a la vez. Se les entrena para que mantengan el hocico sobre una muestra positiva durante tres segundos.
Las ratas de Apopo son evaluadas mediante un riguroso proceso de pruebas. Deben identificar correctamente todas las muestras positivas y no señalar más de dos muestras negativas ni omitir más de una positiva para aprobar.
Una vez entrenada, la HeroRAT, como las llaman en la organización, está lista para trabajar en investigación operativa y analizar las muestras que llegan diariamente de las clínicas asociadas.
Las ratas aprenden a asociar el sonido de un clic con una recompensa. Foto:Maria Anna Caneva Saccardo Caterina
Si la rata detecta como positiva una muestra que la clínica había marcado como negativa, esta se vuelve a analizar en el laboratorio de Apopo utilizando métodos avalados por la OMS antes de notificar a la clínica. Gracias a estas ratas, la organización ha logrado aumentar en un 40 por ciento las tasas de detección de TB en sus clínicas asociadas.
En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal,
elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con
sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando
esta
utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí