Como cada año, la temporada navideña y las vacaciones de fin de año se convierten en el caldo de cultivo para que los ladrones identifiquen a sus víctimas y hagan de las suyas; por ejemplo, dejando las casas vacías, mientras sus dueños están de viaje o, incluso, mientras duermen.
Justamente, el hurto a viviendas es uno de los delitos que más alarmas enciende entre las autoridades tan pronto llega la temporada de festividades de fin de año. Durante la víspera de la noche de Navidad, una reconocida presentadora de televisión contó mediante sus redes sociales cómo fue robada en su propia casa mientras compartía con su esposo, su suegro y sus mascotas.
“Entró a la casa un hombre que estaba todo encapuchado, con la cara tapada y todo vestido de negro. Nos decía que hiciéramos silencio y tenía un cuchillo en la mano”, detalló la presentadora sobre la noche de terror que vivió por cuenta de la delincuencia.
Según el mismo relato, al parecer, los ladrones habrían planeado el robo con anterioridad y tenían identificadas las entradas y salidas de la vivienda, ubicada en un prestigioso sector del norte de la capital.
“Luego de que nos amarraron de manos y pies por varios minutos empezaron a preguntarnos cosas, ¿dónde están los 500 millones? –Nosotros no teníamos esa cantidad de dinero– ¿Dónde están los celulares? Pero yo no recordaba dónde estaba mi teléfono. Se llevaron unos ahorros que teníamos en euros y en pesos y como 300 dólares; se llevaron relojes y el computador”, anotó.
Como el caso de la comunicadora, durante 2022 y según los datos entregados por la Policía Metropolitana de Bogotá, también se han presentado otros 6.734 robos de viviendas en toda la ciudad. Este dato es 12 por ciento menos que la cantidad registrada durante 2021, para el periodo de tiempo comprendido entre el 1.º de enero y el 26 de diciembre, que fue de 7.663 casos de este tipo de robo.
Aunque las cifras se han reducido dramáticamente, lo cierto es que tan solo en lo que va de diciembre, en Bogotá se han realizado 349 hurtos a casas, que sigue siendo una cifra preocupante para las autoridades, toda vez que los patrones son similares: viviendas vacías, hurtos nocturnos, robo con llave maestra o ladrones que usan identidades falsas como trabajadores para irrumpir en las viviendas de sus víctimas.
Ojo a las modalidades
De acuerdo con las alertas emitidas por la Policía Metropolitana de Bogotá, los delincuentes estarían implementando cinco técnicas diferentes para robar las casas de sus víctimas: la más conocida es el uso de las llamadas llaves maestras que, según el investigador de la Policía, los delincuentes prueban en varias puertas hasta conseguir abrir una; también, la violación de puertas y cerraduras con otros elementos.
“Esta modalidad es más peligrosa para los delincuentes porque implica el uso de elementos que hacen ruido. Ellos no quieren ser descubiertos, pero cuando caen, se pueden volver agresivos y presentarse una situación complicada. Ahí, la recomendación es no poner resistencia, esconderse si se puede y tratar de llamar a las autoridades”, explicó el investigador.
Miguel Ángel Díaz, presidente de la Confederación Nacional del Gremio de la Vigilancia Privada (Confevip), explicó que uno de los lugares más apetecidos por los delincuentes para robar durante diciembre son las casas, “la gente sale para sus pueblos o se va a pasar vacaciones a otros lados y ahí llegan los ladrones. Los artículos que más buscan para robar son las joyas, dinero en efectivo, computadores, los televisores y todos los electrodomésticos que se puedan mover”.
Según el experto, para esto hay que implementar sistemas de vigilancia modernos que pueden ser individuales para cada casa o incluso comunitarios para barrios enteros. “Hay circuitos cerrados de vigilancia que se pueden monitorear mediante los celulares y así tener el control de la protección de las viviendas. El mayor riesgo en estas temporadas está en las casas y los apartamentos, porque el delincuente no descansa mientras uno está de fiesta o de viaje”.
Entre las modalidades destacadas por las autoridades también aparece el robo con escopolamina, que se ha hecho frecuente no solo para este tipo de hurto, sino también en el robo a personas en ambientes de rumba. Según describe el investigador de la Policía de Bogotá, estos delincuentes se hacen pasar por trabajadores de alguna entidad o vendedores de alimentos que pasan puerta a puerta ofreciendo muestras de algún producto, “las víctimas caen en la supuesta venta, reciben los alimentos y luego caen drogados, dejando la vía libre para que el delincuente ataque”.
Finalmente, hay dos nuevas modalidades que han venido tomando forma en la capital: la primera es el hurto mediante la contratación de empleadas domésticas o personal de servicios generales. Dicen los investigadores que esta modalidad es menos común porque requiere de mucho tiempo de planeación, pues los delincuentes deben ganarse la confianza de sus jefes, identificar el botín y luego atacar.
Por otro lado, la menos común pero que registra algunos casos es el ingreso de los delincuentes mediante agujeros que realizan en las paredes de las viviendas.
Por esta razón, las autoridades recomiendan estar alerta a posibles marcas o logos que los ladrones pintan en las paredes de las casas para guiar a las bandas delincuenciales a los objetivos, a comportamientos y preguntas extrañas de vecinos y a los ruidos que pueda escuchar en las puertas de las vivienda en horarios no habituales.
JONATHAN TORO ROMERO
REDACCIÓN BOGOTÁ.