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'Quienes dejan de aprender son los que no crecen en un mundo acelerado', CEO de Platzi
Freddy Vega habla del satélite que lanzaron al espacio, de la inteligencia artificial y de emprender
Freddy Vega, CEO de Platzi, la empresa colombiana que lanzó un satélite con SpaceX. Foto: Cortesía Platzi y SpaceX
Era 12 de junio por la tarde. Sobre una vía de la Base Vandenberg de la Fuerza Espacial de Estados Unidos, en California, el colombiano Freddy Vega, CEO y cofundador de Platzi, una de las principales plataformas de educación en línea de América Latina, observaba con binoculares cómo a lo lejos despegaba el cohete Falcon 9 de SpaceX —la empresa del magnate Elon Musk—. Estaba acompañado de Christian van der Henst, con quien fundó la compañía en 2011, y Sebastián Delmont, encargado del nuevo curso espacial (Space Program).
A bordo iba el satélite PlatziSat-1, creado junto con la empresa española Fossa Systems. El objetivo era poner en órbita el objeto para que estudiantes se conecten con él y puedan aprender sobre la ingeniería de telecomunicaciones y sistemas espaciales, tomar fotos de la Tierra y dejar mensajes.
Minutos después, la misión Transporter-8 a la órbita terrestre baja logró su cometido y el satélite de Platzi se desprendió con éxito. Conmocionado y sorprendido, Vega se mostró al lado de su equipo. Era un sueño hecho realidad, uno que ha significado un paso más, uno que se convirtió en un hito en sus 37 años, así como cuando creó Cristalab, o fue profesor de la Universidad Piloto, o construyó una comunidad con Mejorando.la, o cuando Platzi se convirtió en la primera empresa de América Latina en ser aceptada en la ronda de inversión más importante de Silicon Valley, o el año pasado cuando fue reconocido como uno de los mejores emprendedores jóvenes del mundo por One Young World.
En entrevista exclusiva con EL TIEMPO, Freddy Vega, quien ha sido catalogado como uno de los latinos más influyentes en la actualidad, revela detalles del hecho, algo inédito en la educación hispana, y habla de la inteligencia artificial en las empresas y universidades, de los desafíos en la región y entrega claves para emprender.
El satélite se colocó en el cohete con una batería interna y cuando llegó a la órbita abrió sus es solares, para recargarse con energía solar y comenzar a enviar las primeras señales de que está vivo de regreso. Nosotros ya recibimos el primer paquete de señales. Lo siguiente es que cargue de manera completa su batería y que todos los estudiantes de Platzi que han construido estaciones terrestres, que es una antena muy sencilla de 20 dólares, puedan empezar a aprender cómo funcionan las telecomunicaciones en el espacio, los sistemas espaciales y las bases fundamentales para construir una carrera en la industria aeroespacial.
¿Cuánto se demora la carga y desde cuándo va a estar en funcionamiento?
Más o menos en unas tres semanas vamos a tener el satélite en funcionamiento completo, no solo el tema de la carga con energía solar, sino también las pruebas de arranque. El satélite tiene la capacidad de guardar información y de descargar la que otras personas quieran ver, como fotografías. Es como si tuviera un servidor de internet propio en el espacio. Esos sistemas tienen unas restricciones que queremos calibrar para asegurarnos de que estén bien.
¿Cuánto costó el lanzamiento?
Cuesta unos 350.000 dólares todo el proceso. Es barato, comparado con lo que históricamente cuesta poner algo en órbita.
¿Cuáles fueron las dificultades?
Cohete Falcon 9 de SpaceX con el satélite PlatziSat-1. Foto:Cortesía Platzi y SpaceX
Para este caso, nosotros nos fuimos montados con cuatro satélites muy grandes de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EE. UU. (Darpa). Entonces, encontrar el espacio y negociarlo no fue fácil. Esa es la razón por la que trabajamos aliados con Fossa Systems. Otro problema técnico que tiene el lanzamiento del satélite es que no es simplemente poner un computador a dar vueltas alrededor del planeta. Los satélites en general, y cualquier objeto que sea lanzado a la órbita, experimentan una elevada tensión estructural derivada de la vibración y aceleración del cohete. Para que se haga una idea, usted tiene que probar que un satélite aguanta un peso de casi diez veces su peso y que no se rompa ni se doble. Nuestro satélite lo probamos a 25 veces su peso. Luego está la capa cultural del problema.
El espacio es un recurso natural al que todos tenemos
Cuando hablamos con personas de 25 años en América Latina sobre el satélite, el clic mental es inmediato y piden saber más, pero cuando lo hacemos con los de 35 años, encontramos una inmensa cantidad de apatía y mucho trabajo por recorrer. Yo se lo atribuyo probablemente al final del programa del transbordador espacial y a cómo fue cambiando en el imaginario público la perspectiva de la exploración espacial. En el caso de América Latina, a la gente no se le cruza por la mente que esto sea posible, sobre todo porque en el imaginario de la gente no hay una agencia cercana que hablara del espacio, como en Estados Unidos, Europa, Japón, China o Rusia. Y el asunto es que la industria aeroespacial va a ser una de las de mayor crecimiento en los próximos años, gracias al abaratamiento de a la órbita que logró SpaceX con los cohetes reusables Falcon 9, como el avance tecnológico de otros cohetes competidores como el de Blue Origin y muchas otras empresas que están empezando a emerger. Y lo que eso significa es que cada vez más compañías podrán hacer vigilancia de plataformas petroleras, supervisión de infraestructura de oleoductos, gasoductos y agua, vigilancia de incendios forestales o protección de bosques y selvas, vigilancia y observación de animales salvajes, y una cantidad de opciones para construir compañías que se basen en tener objetos en la órbita. El espacio es un recurso natural al que todos tenemos . Para entrar a una empresa, muchas veces piden Excel, para trabajar en la industria aeroespacial, hay que entender las mecánicas orbitales, el lanzamiento de un objeto al espacio, los protocolos de telecomunicaciones, las señales de radio, las bases de una antena y la forma en la que funcionan las órbitas. Y eso es lo que estamos haciendo: construyendo los pilares.
Dentro de esa barrera cultural, ha habido reacciones considerando que podría ser 'basura espacial', ¿cómo han sorteado esas críticas?
Por un lado, eso es mala ciencia. El problema de la basura espacial no tiene que ver con la cantidad de objetos en el espacio. Hay una forma fácil de ver este problema. Hay 8.600 objetos en la órbita, y no todos son satélites. Imagine cuánto son 8.600 personas. Eso es como la mitad de un estadio de fútbol en cuanto a audiencia. Ahora, distribuya esas 8.600 personas de manera equidistante alrededor de toda la superficie planetaria. Una persona no podría ver a la otra en el horizonte y cada una tendría su propio pueblo o ciudad. Hay más de 8.600 ciudades en el mundo. Eso es lo que pasa en la órbita. Aún no hemos llegado ni siquiera a la probabilidad de que un objeto se estrelle con otro allí. Sin embargo, existe un uso. Uno no sabe qué puede pasar en mil o diez mil años. Entonces existen prácticas y una de ellas es que los objetos tienen que salir de la órbita. Nuestro satélite tiene esperanza de vida de dos años.
¿Se desintegrará?
En dos años, se quema y se disuelve. Se desintegra. Se quema y se vuelve polvo, y eso regresa a la atmósfera.
El satélite PlatziSat-1 fue lanzado a una órbita a 500 kilómetros de altura a bordo del cohete Falcon 9, de SpaceX Foto:Cortesía Platzi y SpaceX
Hablemos del curso, ¿qué podrá encontrar la gente ahí?
El Space Program de Platzi le enseña a cualquier persona las bases de cómo se construye un satélite y cómo conectarse a él, leer su información, descargarla y subir otra. Los satélites son en esencia computadoras que flotan en el espacio y que usan su característica orbital para lograr cosas que no se logran de otra manera, como, por ejemplo, tener telecomunicaciones en lugares a los que no llega ningún otro tipo de señal de radio. Entonces cualquier estudiante puede conectarse al satélite y dejar información para otros estudiantes. Hay algo muy interesante. El satélite tiene cámaras fotográficas, pero el ancho de banda de la señal de radio que nosotros usamos no permite descargar una foto completa. Entonces, múltiples estudiantes alrededor del mundo tienen que coordinarse en misiones para descargar pedazos diferentes de la foto y luego poder armar el rompecabezas en computadores en tierra. Es exactamente la misma forma en la que se descargan imágenes de cualquier satélite o de cualquier objeto en el espacio. Cuando a nosotros nos llegan señales de los rovers de Marte o del telescopio espacial James Webb funciona exactamente igual.
¿Cuántas personas esperan que se inscriban al curso?
Así es la antena que usan los estudiantes para conectarse con satélite PlatziSat-1 Foto:Cortesía Platzi
Esperamos que a lo largo de este año sean unas 100.000 personas en toda América Latina quienes aprendan a entender y usar telecomunicación satelital y sistemas especiales.
¿Cuántos estudiantes tiene Platzi en la actualidad?
Tenemos 4 millones de estudiantes en toda América Latina. Uno siente que 4 millones es un montón y lo es, solo que cuando uno ve el tamaño real del problema en la región, todo cambia: hay 250 millones en condiciones de acceder a educación profesional, y de esos, solo el 20 por ciento va a poder acceder a educación técnica o profesional y el 80 por ciento se queda con la escuela secundaria o menos. El problema es inmenso, es por lo menos 50 veces más grande.
Usted ha repetido que la educación ayuda a mitigar el ciclo de pobreza, ¿cree que eso ha funcionado con su plataforma?
Hemos detectado, por ejemplo, que cuando un estudiante de Platzi dedica una hora al día entre semana a estudiar, después de un año, sus ingresos aumentan. Cuando un estudiante llega, en promedio está ganando más o menos 300 a 1.000 dólares al mes. Un año después, sus ingresos en promedio suben a entre 800 y 5.100 al mes, dependiendo de dónde esté, la carrera que elija y en qué empresa trabaja. Eso significa que cuando un estudiante estudia en Platzi, sus ingresos tienden a crecer de dos a diez veces de por vida. A veces la gente no cree que uno pueda crecer eso estudiando cursos en línea, pero la verdad es que no es tan loco. Si usted comienza ganando 300 dólares al mes, que en la gran mayoría en la región es un poco arriba del sueldo mínimo, y luego entra a la industria de la tecnología, en particular en el desarrollo de software, por ejemplo, puede tener sueldos de 3.000 dólares al mes. No solo hemos visto eso, sino también cómo hay unas 40 compañías fundadas por estudiantes de Platzi que facturan más de un millón de dólares al año en ventas o que han levantado más de un millón de dólares en venture capital, y unas 24 o 25 compañías que han sido financiadas por el fondo de inversión más importante de Silicon Valley, que es Y Combinator. En Colombia, por ejemplo, entre empresas de nuestros estudiantes están Treble, una plataforma de inteligencia artificial, o Trii, uno de los mejores sistemas para comercio en las bolsas de valores internacionales.
También ha dicho que apostarle a la industria tecnológica es meterle el acelerador a solucionar problemas socioeconómicos, ¿por qué?
La tecnología es el mayor acelerador de la región
La tecnología, más que ser una industria per se, es el mayor acelerador de todas nuestras industrias. Le pongo varios ejemplos colombianos: muchas personas no consideran que las cerámicas que hace Corona como compañía sean tecnología, pero es una de las empresas más tecnológicamente avanzadas del país y son capaces de hacer una masiva cantidad de producción con una calidad impresionante. Tecnoglass, que hacen estos vidrios súper avanzados y muchos no consideran que sea una empresa de tecnología. O el grupo Éxito que tiene unos sistemas impresionantes de predicción de demanda para poder entender en sus centros de distribución lo que necesitan para los supermercados. Y lo que yo siento es que lo que tiene que hacer Colombia efectivamente es invertir en eso, pero no simplemente en empresas de tecnología, sino en que todas nuestras empresas tengan tecnología en su núcleo. Esto es lo que hacen todas las economías modernas para generar riqueza, aumentar el empleo, cerrar la brecha de desigualdad y hacer que haya más prosperidad en la región. No es lo único que hay que hacer, pero es mucho más fácil ayudar y solucionar los problemas sociales de esta forma a no hacerlo, y eso se logra si las empresas crecen.
Freddy Vega, Christian van der Henst y Sebastián Delmont en lanzamiento del satélite PlatziSat-1 Foto:Cortesía Platzi
¿Qué opina de la inteligencia artificial en las empresas?
En América Latina, y en particular en Colombia, las empresas no tienen una estrategia de inteligencia artificial. La primera razón es que las empresas están un poco quemadas y cansadas en cuanto a implementar innovación experimental y que no pase nada. Un ejemplo fue el trabajo remoto en la pandemia: lo implementaron, pero no supieron crear la cultura interna y dijeron después que no era efectivo. O también con las cripto, muchas empresas pensaron en cosas alrededor de blockchain, pero luego resultó que la gran mayoría o no funcionaba o no era tan efectiva. Y el último fue el metaverso, que por ahora no ha despegado. Entonces, las empresas tienen esa perspectiva y creen que la inteligencia artificial es como eso, y prefieren esperar. El problema es que la inteligencia artificial es realmente la revolución más importante del siglo. Y eso que en este siglo, Internet se masificó y el smartphone nació. La inteligencia artificial es un game changer absurdo. La segunda razón es que las empresas, incluso las que tienen una estrategia de aprendizaje, realmente no recompensan el aprender en horas de trabajo. Cuando uno habla con ellas, uno se da cuenta de que no le dan tiempo a la gente que trabaja con ellos para aprender. El 100 por ciento de las horas de trabajo son usadas como horas de trabajo. En la cultura no hay tiempo de aprender, entonces es difícil que acepten esto.
¿Será imprescindible en las universidades?
La inteligencia artificial no es opcional. Es una nueva forma de trabajar y va a ser obligatoria; o si no, vamos a perder competitividad. Eventualmente todas las universidades y otros sistemas van a enseñarlo. Lo que pasa con las universidades es que están regidas por las secretarías y los ministerios de Educación y hacen su mejor esfuerzo en los límites de lo que el Gobierno les permite. Ellos quieren moverse mucho más rápido, pero están restringidos por una estructura rígida gubernamental que muchas veces va en contra del mercado. La verdad es que la humanidad y en especial nuestra región necesitan más educación, no menos.
¿Usted cree que la IA reemplazará profesiones?
La inteligencia artificial es una nueva forma de trabajar, no es una opción
La inteligencia artificial en general no nos va a reemplazar. Pero no es porque la cultura lo permita o porque sea bondadosa, es porque no puede. Esta versión de la inteligencia artificial no tiene voluntad, no tiene iniciativa, no tiene creatividad, pero sí tiene una capacidad impresionante de síntesis y reprocesamiento de todo lo que tiene que ver con la cultura humana basada en el lenguaje. Entonces, por eso es capaz de crear piezas de código, software, copies, artículos, noticias, escritos, eslóganes, puede procesar matemáticas, puede hacer consejos financieros, puede charlar. Pero todo esto está basado en el conocimiento de inteligencia de un ser humano y, sobre todo, en la iniciativa y voluntad de un ser humano. Así que lo que va a ser, por ahora, es una especie de copiloto de nuestras mentes, nos va a dar ultra alta velocidad, así como la calculadora nos permitió hacer cálculos aritméticos de manera instantánea. Los grandes modelos de lenguaje, que es la nueva versión de la inteligencia artificial, nos van a permitir hacer lo mismo. Lo que realmente va a pasar es que va a reemplazar a todas las carreras o más bien a todos los profesionales que no se animen a entender cómo funcionan estas herramientas. La inteligencia artificial es una nueva forma de trabajar, no es una opción. La razón por la que no nos va a reemplazar es porque no puede. El día que pueda, la conversación cambia, pero yo siento que estamos un poco lejos de ahí. Dicho eso, hay un par de cosas donde no necesariamente nos va a reemplazar, pero sí va a reducir la naturaleza de ciertos empleos. Por ejemplo, la inteligencia artificial es mucho más eficiente que un ser humano en hacer un análisis de contratos o en encontrar los huecos en un documento legal o las diferencias. Entonces, es probable que vaya a bajar la cantidad de asistentes legales que se contratan. En el caso de la contabilidad: no va a afectar a los contadores públicos, pero sí puede afectar a los auxiliares contables. En un par de áreas donde probablemente vamos a ver el impacto más grande va a ser en las traducciones, porque la capacidad de traducir de estos sistemas incluye hacerlo teniendo en mente el contexto cultural. ¿Quién lo sabe? Es incierto, puede que esté equivocado. Pero eso es lo que pareciera ser la tendencia. Donde no creo estar equivocado es en los call centers. Ellos van a tener mucho más dinero porque van a necesitar 1/10 de los empleos que hoy en día necesitan. Lo que tampoco va a reemplazar es a los programadores. De hecho creo que va a ver más programadores que nunca gracias a esto.
Freddy Vega en la conferencia de Platzi de México 2023 Foto:Cortesía Platzi
¿Cuáles serían las habilidades que un joven debería estar adquiriendo?
Primero que todo aprendiendo lógica, matemáticas y pensamiento crítico. Es clave aprender la resolución de problemas de una forma que no sea prueba y error, sino que siga un procedimiento lógico y secuencial, porque esa es la habilidad que hace la diferencia. La gente que está acostumbrada a resolver los problemas a punta de prueba y error es el tipo de gente que se frustra o que se alegra cuando ChatGPT le saca un error. Hay que tener en mente que GPT es la punta del iceberg. Hoy en día hay una explosión de herramientas, hay unas 150 o 200 alternativas y esa plataforma simplemente es la más pública porque es la que es gratis. Pero el universo es gigantesco. Matemáticas porque todo está construido sobre eso. Pensamiento crítico porque si usted no tiene un dominio de un área, pues no lo va a lograr. Algo que yo evitaría es no aprender las bases de algo. La inteligencia artificial puede programar, pero necesita de un programador que la guíe. Me parece que va a pasar un problema parecido a lo que está pasando hoy en día. La gente que está usando la inteligencia artificial para hacer trampa en su educación, no va a aprender nada y solo se está haciendo daño. El modelo de tarea y calificación se acabó, pero no significa que se pueda aprovechar. Esa herramienta es la que nos permite profundizar y dominar el tema que queramos.
Emprender siempre ha sido difícil. Algo que me gustaría mencionar es que no veo que haya una forma de hacer el emprendimiento fácil simplemente por las dinámicas tradicionales de mercado. Y yo creo que eso de que el gobierno no ayuda o que eso es culpa de un gobierno u otro también es irrelevante cuando uno lo mira en el gran esquema de las cosas. Los gobiernos pueden hacer que el emprendimiento sea peor, pero rara vez son capaces de hacer que el emprendimiento sea mejor. Muy rara vez un gobierno hace la diferencia para bien. Emprender es muy difícil y lo que más está garantizado es fracasar. Creo que hacemos mal en mentirle a la gente de que emprender es glamuroso y perfecto. Emprender es dolorosísimo y lo más probable es que uno falle. Con eso dicho, este año es más difícil: la inflación está haciendo que la gente compre menos. Los despidos masivos en tecnología tienen asustadas a las personas, aunque por otro lado significa que hay más talento en el mercado para contratar y crear productos. Pero en estos momentos donde se siente que todo puede estar mal, son los ideales para emprender, no porque sea más fácil, sino porque hay muchas menos personas teniendo la valentía de aguantar el nivel de dolor y porque como hay tanta incertidumbre, hay muchas más oportunidades de quitarle mercado a un gran competidor existente o de crear uno completamente nuevo. Pero para eso se necesita tener un conocimiento profundo de la industria a la que quiere atacar, sobre todo entender a sus s y solucionar un problema. Si tuviera que elegir, este sería un momento espectacular para arrancar, porque cuando es más difícil, menos gente lo persigue y en un plazo de una década es más probable tener un éxito más explosivo.
¿Cómo ve a Colombia posicionada en este tema en la región?
Lo que más nos detiene como región es no hablar inglés. Si en Colombia se aprendiera inglés, sería el evento de creación de riqueza singular más explosivo
Colombia sin duda es reconocida como una gran fuente de emprendimiento y empresas de tecnología. Yo quiero creer que nosotros somos parte de ese ejemplo, pero sacando a Platzi de la historia, una de las empresas más grandes de América Latina es Rappi y es colombiana. Hay otras grandes como La Haus, Treble, Trii. Sumado a eso, Colombia es uno de los mercados donde las startups quieren expandirse y donde más quieren contratar talento. El talento ejecutivo del país tiende a ser muy alto. Nuestra capacidad de diseño de producto y desarrollo de software es reconocida. Y también las startups colombianas levantan capital a un ritmo mucho más alto comparado per cápita contra países como México. La verdad es que la competencia es dura, pero poco a poco se empieza a entender cómo hacer esto bien. Si Argentina no tuviera los problemas de hiperinflación y problemas de institucionalidad sería el número uno, sin la menor duda. México, con cosas muy similares, sobre todo porque se beneficia del nearshoring con EE. UU., aunque eso también en ocasiones les juega en contra porque significa una mayor fuga del mejor talento. Y pues Brasil es su propia historia. Lo que más nos detiene como región es no hablar inglés, lo cual a mí siempre me pareció de las cosas más ridículas del mundo, porque es fácil de arreglar, pero no lo hacemos. En Colombia solamente el 6 por ciento de las personas pueden sostener una conversación en inglés. Qué cosa tan loca cuando tenemos en la misma zona horaria y básicamente compartiendo la misma cultura al mercado de consumo más grande del mundo, que en vez de contratar colombianos se va a la India a contratar a quienes tienen una cultura muy diferente, simplemente porque hablan inglés. Necesitamos hacer que la gente aprenda inglés. Si en Colombia se aprendiera inglés, sería el evento de creación de riqueza singular más explosivo de nuestra región.
Y ese es un problema de siempre…
Es una indefensión aprendida. Es decir, es el pensamiento de que porque eso no se pudo, entonces no se va a poder, lo cual es irracional e ilógico. Antes de la guerra, Ucrania tenía un negocio gigantesco y masivo en exportación de servicios tecnológicos simplemente porque hablan inglés, Estonia e Israel también posicionados porque hablan inglés. ¿Por qué Argentina es un país que a pesar de sus problemas de institucionalidad, tiene tanto avance? porque es el segundo país que más habla inglés en la región, con un 22 por ciento de la población. Uruguay es el número uno con un 25 por ciento y ni siquiera tiene una cobertura alta. Todo el mundo habla inglés porque desde hace tiempo es fundamental.
¿Cuál es la mayor ventaja de América Latina?
América Latina como mercado es un gran mercado. Somos 650 millones de personas que compartimos la misma cultura y el mismo idioma, un continente entero de la punta de México a la punta de Chile. Eso es una oportunidad de negocio inmensa. Pero no ejerce al máximo esta oportunidad de negocio porque es un reto difícil conectar estos diferentes países por los sistemas legales y monetarios, un problema que la Unión Europea no tiene. Pero la Unión Europea sí tiene el problema de que un español y un francés no se entienden o que un francés y un alemán no se entienden. En cambio, un guatemalteco y un uruguayo se entienden instantáneamente. Un colombiano y un argentino, un chileno y un peruano, instantáneamente pueden hacer negocios, venderse productos y entenderse mutuamente. Nosotros tenemos el continente continuo más interesante y grande del planeta a nivel de similitud de culturas. Hay una cosa poderosa acá.
¿Qué decirles a los jóvenes que quieren emprender?
De todas las inversiones que hay en la vida, la única inversión que garantiza su retorno es la educación
Tres cosas: lo primero, la ciencia nos dice que uno de los indicadores más fuertes del éxito individual es sentir que la vida está en nuestro control. Cuando les atribuimos el éxito a cosas externas, estamos optimizando para el fracaso. Cuando la gente dice "es que eso es si Dios quiere" o "lo que es de uno, es de uno", le están atribuyendo a factores externos su éxito y su fracaso. Es impresionante cómo desde una perspectiva netamente científica, el solo creer en uno mismo hace la diferencia. Así que intenten fortalecer sus factores internos. Segundo, no hay que tener necesariamente una familia de plata para emprender, ni tampoco hay que tener un montón de ventajas. Por supuesto que eso definitivamente hace las cosas más fáciles. Pero yo no la tuve. Yo crecí relativamente pobre y lo que hice funcionó. Se puede empezar pequeño y mientras uno tenga una ambición grande de crecer en grande, se logra aunque tome tiempo. Entonces, arrancar pequeño con un proyecto, con una cosa pequeña, con algo personal, lo mínimo que uno pueda, con los recursos que tiene, pero con una ambición muy grande y una visión para llegar muy lejos. Eso sí hace la diferencia. El esfuerzo que uno necesita para montar una panadería o para montar mil panaderías es exactamente el mismo. Va a tener los mismos procedimientos, los mismos dolores. Y probablemente uno no logra mil, pero de pronto uno logra diez y esas son diez veces más panaderías que el que solo pensó al comienzo. Y el tercer componente es que de todas las inversiones que hay en la vida, la única inversión que garantiza su retorno es la educación. Lo que pasa es que se demora y duele. Pero las personas que nunca paran de aprender son las únicas que crecen en un mundo en constante aceleración.