En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Entrevista
Exclusivo suscriptores
‘Trazar líneas rojas y ser firme con los alzados en armas no es ser enemigo de la paz, es ser consecuente’: Juan Camilo Restrepo hace un balance de la ‘paz total’
El exnegociador de paz con el Eln analiza la política de paz del Gobierno y el manejo que le está dando el Gobierno Petro a los diferentes espacios de negociación.
Juan Camilo Restrepo fue jefe del Equipo Negociador del Gobierno con el Eln entre 2016 y 2017. Foto: César Melgarejo. EL TIEMPO
Ad portas de que la política de paz del Gobierno de Gustavo Petro cumpla dos años, el exministro y exnegociador de paz, Juan Camilo Restrepo, analizó los tres grandes procesos de diálogo que adelanta la oficina del Consejero Comisionado de Paz y las treguas vigentes con el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el ‘Estado Mayor Central’ de las Farc (Emc). Además, opinó sobre las consecuencias de querer alcanzar acuerdos en poco tiempo y del efecto que tienen las declaraciones de los voceros de las partes en redes sociales en las mesas.
¿Cómo analiza estos dos años de ‘paz total’? ¿Cuál es su balance?
La búsqueda de la paz es probablemente la empresa más grande que tiene el Gobierno entre manos y, por lo tanto, uno esperaría que la ‘paz total’ esté enmarcada dentro de una gerencia estratégica y istrativa de inmensa eficiencia y de inmensa preparación, toda vez que se están adelantando ocho negociaciones simultáneas. Uno esperaría que esa gerencia estratégica fuera muy eficiente y muy preparada y, sin embargo, con lo que uno se encuentra es que la mayoría de las acciones que se conocen son frutos de improvisación, no se nota esa gerencia de la paz en el gobierno Petro, los problemas florecen todos los días y los resultados, en consecuencia, son muy pobres, por no decir inexistentes. ¿Qué es lo que uno ve? No hay un plan estratégico, no hay ni siquiera una ley de sometimiento como lo ha pedido la Corte Constitucional, no existen unas líneas rojas trazadas con los grupos con los cuales se está intentando negociar y todo esto se basa en declaraciones, casi siempre desafortunadas, del comisionado para la Paz (Otty Patiño).
¿Qué tanto tiene que ver eso que usted analiza con la necesidad del presidente Petro de lograr acuerdos antes de que se acabe su mandato?
Como van las cosas, no habrá resultados antes del fin del gobierno Petro. Claro, todo gobierno está afanado y todo gobierno quiere lograr la paz, pero en materia de la búsqueda de esa meta y tratándose de grupos tan complicados y escurridizos, muchos de ellos inclusive metidos en el narcotráfico, no basta con tener afán, hay que preparar muy bien las acciones.
El presidente Gustavo Petro en la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO
Usted mencionó las polémicas declaraciones del comisionado Patiño, ¿cree que hay un corto circuito entre él y el ministro de Defensa o las Fuerzas Militares?
Esas declaraciones, sobre todo las últimas a raíz de la muerte de un guerrillero de la ‘Segunda Marquetalia’, muestran efectivamente que hay una desorganización y una descoordinación muy grande entre las Fuerzas Militares, la misma Presidencia de la República y el doctor Otty Patiño. Cada uno va por su lado cuando debería haber una coordinación que no diera lugar a esas desafortunadas declaraciones.
¿Cómo salir de esta crisis que se van sucediendo en los procesos de negociación, sobre todo por declaraciones de un lado y de otro?
Yo diría que la improvisación que ha marcado todo el proceso de la ‘paz total’ tiene un resultado que es el intento de hacer la paz por los micrófonos. Estamos constantemente pensando o viendo qué dice la contraparte o qué dice el jefe de negociación y todo esto se traduce en unas declaraciones públicas que afectan los procesos. La discreción es indispensable en un buen proceso de paz y eso es lo que ha estado totalmente ausente. El caso más evidente es el de las negociaciones con el Eln. En esa mesa se ha olvidado la regla de oro de que quienes hablan son los jefes de las dos delegaciones o que los pronunciamientos se hacen a través de los comunicados conjuntos de las partes, pero cada tanto aparece el señor ‘Antonio García’ dogmatizando, él que ni siquiera es miembro de la mesa de negociación, diciendo cosas generalmente inapropiadas como por ejemplo que el Eln jamás dejará las armas, declaración que, entre otras cosas, nunca recibió una respuesta contundente de parte de la delegación gubernamental. Se está cayendo en la búsqueda de la paz apresurada, con micrófono y por Twitter y ese es un camino solo lleva la improvisación y a los magros resultados que estamos viendo hasta ahora.
¿Cree que al Gobierno le ha faltado más contundencia luego de los pronunciamientos de ‘Antonio García’?
Al Gobierno le ha faltado pararse en la raya, es decir, trazar unas líneas rojas que desde el primer día en que se sienten en la mesa le quede muy claro a la contraparte que esos son temas que no se van a negociar. El Gobierno a veces da la impresión de que quiere congraciarse, de que quiere ser amable, de que quiere ser muy obsecuente con los alzados en armas y eso lleva a lamentables declaraciones como las de Patiño la semana pasada, pero no son las únicas y ahí para atrás hay varias. Estas negociaciones no son para darle gusto al Eln, a las disidencias o a ‘Iván Márquez’, para decir sí a todo lo que pidan, esto no es para eso. Esto no es una política de apaciguamiento, es una negociación de paz y entonces si prima el deseo de dar gusto a todo se cae en un Estado débil, en una mesa débil en la que los alzados en armas se van dando cuenta de la debilidad y van marcando la agenda.
Pablo Beltrán, vocero del Eln, junto con Vera Grabe, jefa negociadora del Gobierno. Foto:Oficina del Alto Comisionado para la Paz
Es decir, ¿ve futuro a esta negociación si se sigue manejando igual?
Hace poco salieron pruebas fehacientes e irrefutables de que el Eln sigue reclutando menores, así lo dicen las grabaciones, y, sin embargo, no hay ninguna manifestación del Gobierno en contra de esto que son violaciones evidentes del Derecho Internacional Humanitario y que mientras se sigan dando no va a poder avanzar la negociación. Ha habido también manifestaciones ambiguas de que las conclusiones que se lleguen son, como se ha dicho, vinculantes, pero no se ha explicado qué es la vincularidad, si quiere decir que se puede reformar la ley y la Constitución por la puerta de atrás sin ir al Congreso. Sobre eso no ha habido una declaración paladina y clara.
¿Entonces qué hacer con los ceses del fuego?
Eso nos lleva entonces al tema del cese del fuego. El cese del fuego cuando se está negociado tiene que ser verificado. Un cese del fuego es algo complejísimo y mucho más si estamos hablando de eventuales, ceses del juego con muchos grupos, entonces mientras no haya cese del fuego operando el Ejército, las Fuerzas Mlitares, tienen la obligación y el deber de estar presentes en todo el territorio colombiano y no pueden declaraciones torpes como las de Otty Patiño pretender que va a cohibir ese derecho constitucional de hacerse presente o de combatir guerrilleros que no estén en tregua. Y aun cuando haya tregua la actuación de las Fuerzas Militares se debe acoger a unos protocolos muy precisos y eso no le quita el deber y la responsabilidad de combatir el delito en todo el territorio nacional haciéndolo compatible con las obligaciones propias de los ceses del juego, pero mientras haya ambigüedad y un jefe de negociación como Patiño pretendiendo que no pueden combatir a unos guerrilleros en Nariño porque están iniciando unas negociaciones que ni siquiera tienen atisbos de ceses del fuego en Caracas, pues, muestra la desconceptualización y la manera sin rumbo ni ruta con que se están organizando estas negociaciones.
Hablando de las disidencias, hoy lo que vemos es una fragmentación de ese grupo y al Gobierno maniobrando para negociar con unos frentes y tratando de ser contundente con otros, ¿esto a dónde nos puede llevar?
Iván Mordisco es el máximo comandante de la facción de las disidencias que ya no está en la mesa de diálogo. Foto:EFE
Esa ambigüedad lleva, número uno, a la improvisación permanente; y, número dos, a la confusión y a la ausencia total de resultados positivos. Un día unos ponen un trino, los otros contestan, desde el Gobierno están tratando esta negociación como si fuera una negociación pública, que no debe serlo, debe tener más discreción, y no se percibe firmeza, desde luego buenas intenciones hay, pero el presidente Petro debe ser más contundente. Trazar unas líneas rojas y ser firme con los alzados en armas no es ser enemigo de la paz, es simplemente ser consecuente con el deber que tiene de buscar fórmulas dentro de la Constitución y la ley, las cuales son líneas rojas que no se pueden sobrepasar, para ponerle fin a la violencia. Para no ir muy lejos, estamos contaminados con el trabalenguas del presidente Petro con el cual le ha hecho eco a las afirmaciones de Álvaro Leyva de que debemos ir a hacia una Asamblea Constituyente o algo parecido. Eso está contaminando las mesas de negociación y eso lo nota uno claramente en todas las declaraciones de 'Antonio García' e ‘Iván Márquez’. Da la impresión de que estos señores alzados en armas creen que van a poder hacer la revolución en Colombia por decreto.
El presidente Petro sostiene que la arremetida violenta en el Cauca es porque las disidencias están siendo derrotadas militarmente, ¿coincide con él?
No, obviamente todos los datos que se conocen del número de alzados en armas, de las armas que están utilizando, ahora drones artillados, además del nefasto maridaje con el narcotráfico, muestran que estos grupos en vez de estarse debilitando se están fortaleciendo.
¿Qué tanto le puede costar en el futuro al Gobierno el haberle dado ese reconocimiento político a ‘Iván Márquez’ y a su grupo y que ya se hable incluso de figuras para que reciban tratamiento jurídico diferencial?
Hoy tenemos unos jefes negociadores que olvidan la discreción, entonces hablan de figuras sobre las cuales no hay claridad. Esto apunta de micrófono y de improvisaciones no va a avanzar a ninguna parte.
CAMILO A. CASTILLO (@camiloandres894) - Periodista de Política