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Ana María Rey: la física colombiana que hablará al oído del gobierno de EE. UU.

Rey fue nombrada como miembro de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) de EE. UU.

Ana Maria Rey

Ana Maria Rey Foto: Cortesía

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PERIODISTA DE CIENCIAActualizado:

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La Academia Nacional de Ciencias (NAS) de Estados Unidos es una sociedad privada sin ánimo de lucro que fue creada en 1863 por una ley del Congreso firmada por el mismísimo presidente Abraham Lincoln. Desde ese momento, esta entidad, conformada por académicos de trayectoria destacada en este país, se encarga de proporcionar asesoramiento independiente en asuntos relacionados con ciencia y la tecnología.
La semana pasada la academia dio a conocer el listado de los nuevos 120 y 23 internacionales que en reconocimiento a sus logros en investigación original entrarán a formar parte de la NAS. Entre este destacado grupo de científicos, por el que a través de su historia han pasado aproximadamente 500 ganadores del Premio Nobel en diferentes campos, entre fallecidos y activos, se destaca ahora una colombiana: la física Ana María Rey.
El nombre de esta científica, quien hizo parte del grupo de expertos que participó en la Misión de Sabios 2019 -convocada por el expresidente Iván Duque para trazar la que debería ser la hoja de ruta de Colombia en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación, se une al de Rodolfo Llinás entre los colombianos que ahora hacen parte de la NAS. En entrevista con EL TIEMPO, Rey, quien también ha recibido reconocimientos como el 'APS Fellow' de la Sociedad Americana de Físicos y el premio presidencial para científicos de la Casa Blanca, habló sobre los desafíos que enfrenta la ciencia en Colombia y sobre los nuevos horizontes que sigue abriendo su trabajo sobre átomos fríos y el desarrollo de relojes atómicos cada vez más precisos que nos acerquen al sueño de la computación cuántica.

¿Qué significa para usted este nombramiento?

Es un desarrollo muy importante para mi carrera. Son muy pocos los de esta asociación y para mí es un gran honor porque es una forma de validar el impacto de mi trabajo en la física. Es un reconocimiento a lo que he hecho y una oportunidad para seguir desarrollando mi trabajo con incluso más interés, más fuerza. Es un gran estímulo para seguir trabajando fuertemente.
La asociación escribe reportes donde establece cuál es el estado de los diferentes campos y cuáles son las áreas que se deben seguir investigando
Se trata de un grupo muy selecto de los científicos en el área. Por ejemplo, el instituto de física del que hago parte (el National Institute of Standards and Technology de la Universidad de Colorado), en este momento yo soy la quinta miembro y los otros cuatro son premios Nobel o personas muy destacadas. Por eso para la universidad tener en la Academia Nacional de Ciencias es muy prestigioso.

¿Y esto viene con nuevas tareas o funciones?

Lo que tengo que hacer ahorita no es mucho, simplemente tengo que ser nombrada el otro año, cuando atienda a la ceremonia. De ahí en adelante, como miembro, puedo participar en la elección de otros , por un lado, y participar en diferentes comités que se encargan de dirigir u orientar al gobierno de EE. UU. La asociación escribe reportes donde establece cuál es el estado de los diferentes campos y cuáles son las áreas que se deben seguir investigando.

Usted hizo algo parecido para el caso colombiano con la Misión Internacional de Sabios 2019. ¿Cree que se ha materializado algo de lo que plantearon?

Ana María Rey.

Ana María Rey. Foto:Vicepresidencia.

Fue una experiencia muy interesante, donde de verdad teníamos la idea de que nuestra misión era aconsejar al gobierno y tratar de mejorar con nuestro aporte la situación de la ciencia en Colombia, incluso internacionales como Serge Haroche, premio Nobel de Física 2012.
Con el fin del gobierno del presidente Duque y el comienzo de uno nuevo estamos preocupados porque lo que tengo entendido, aunque no estoy directamente involucrada, es que no está claro que lo que propusimos vaya a seguir y se han considerado ciertos cortes en el presupuesto de educación y de ciencia que pueden ser bastante preocupante.
He leído ciertas cartas que han escrito los de la misión al gobierno y espero que haya una reacción positiva y que no vayan a haber cortes en la ciencia, porque invertimos un tiempo muy importante en tratar de establecer qué es lo que se necesita para el país, esperamos que nuestras recomendaciones sean seguidas, porque estamos seguros de que la ciencia y la educación son fundamentales.

¿Cuál es su visión sobre la ciencia en el país? ¿Cuáles son esas grandes prioridades para poder avanzar?

Son muchas cosas, pero por lo menos invertir en educación y nunca cortarle los fondos a la ciencia, porque eso sí sería terrible
Son bastantes. Primero, invertir en educación y en ciencia desde muy temprano. Eso implica mejorar el sistema educativo y la remuneración a profesores para que haya más interés. Desde el colegio, se debe enseñar de una forma diferente para descubrir la curiosidad, el interés por la ciencia y las matemáticas. En las universidades, se debe tratar de invertir, no solo para permitirle a los profesores formación en el país, sino también en el extranjero, porque desafortunadamente la ciencia en exterior es donde está más avanzada.
Nosotros recomendamos fomentar un programa donde los estudiantes logren hacer programas de postdoctoral para adquirir conocimientos y que luego lleguen a ser de facultad en las universidades donde puedan promover el desarrollo de los campos activos.
Y si es posible tratar de encontrar también a las industrias. Eso es donde se está haciendo un cambio gigante aquí en Estados Unidos, tratando de vincularlas en el desarrollo de la física. Son muchas cosas, pero por lo menos invertir en educación y nunca cortarle los fondos a la ciencia, porque eso sí sería terrible.

Hoy hay una ministra recién nombrada al frente de la cartera de Ciencia. ¿Qué le recomendaría para darle la importancia que muchas veces le ha faltado a la ciencia básica en el país?

Es que la ciencia fundamental es el futuro. Una tecnología se desarrolla porque se adquiere el conocimiento necesario para entender algo y eso se aplica para desarrollar nuevas tecnologías. Obviamente, y eso es lo que explicábamos en la Misión de Sabios, es un proceso lento, desafortunadamente. Así que la recomendación que teníamos es paciencia y no esperar resultados instantáneos. Pero es algo que seguro va a tener un impacto en el país. 

¿Qué la llevó a usted a estudiar física?

Desde muy chiquita me interesó la matemática y después, cuando comencé en el bachillerato a ver física, me fascinó entender cómo se comporta la naturaleza a través de una ecuación matemática. Tenía un profesor muy bueno, Víctor Caro, que siempre me dio más libros para leer.
Después decidí estudiar física en la Universidad de la Universidad de los Andes y me dieron una beca para estudiar física, que los profesores fueron fantásticos, cuando yo iba a esas clases simplemente me ratificaba en que eso era definitivamente lo que quería hacer. Por eso digo que los profesores son algo fundamental en la educación.
Luego, yo sabía que quería hacer un doctorado. En Colombia en ese momento no era tan fácil, así que apliqué a Estados Unidos. En este país la ciencia es fascinante y las oportunidades son increíbles, así que tuve la oportunidad de conocer al premio Nobel en el campo donde me interesaba trabajar, William Daniel Phillips, y pues él me apoyó.

¿Cómo ha sido trabajar de la mano de premios Nobel?

Con Bill Philips comencé a hacer mi tesis en átomos fríos, a trabajar con su grupo y ha sido desde ese momento un estímulo en todo aspecto. Hice mi doctorado en física de átomos fríos, un posdoctorado con más aplicaciones un poco más amplias y comencé a estudiar metodología cuántica.
Ya como profesora a la Universidad de Colorado y como parte del National Institute of Standards and Technology (NIST) comencé a trabajar con otros premios Nobel, como Eric Cornell, y con el que hace los relojes atómicos, Jun Ye, que ha sido siempre mi inspiración.
Junto a él hemos podido, yo con la teoría y él con el experimento, avanzar el reloj a un nivel muy preciso. Creo que esa es una de las razones que llevó mi nominación, porque hemos podido avanzar y mejorarlo por casi seis órdenes de magnitud desde que comencé mi trabajo en el Instituto Conjunto de Astrofísica de Laboratorio (JILA). 

¿Por qué se están invirtiendo grandes esfuerzos en el desarrollo de relojes atómicos más precisos?

Los relojes están en toda nuestra vida diaria. El GPS, por ejemplo, utiliza relojes atómicos con satélites que determinan el tiempo relacionado con la localización, para determinar distancias gracias a la velocidad de la luz. Y eso es solo un ejemplo, porque hay aplicaciones en comunicaciones, Internet, incluso la búsqueda de petróleo... ¿Por qué necesitamos relojes más precisos? La luz es demasiado rápida y si queremos lograr una precisión mejor en una localización, siempre queremos mejores relojes. Pero desde el punto de vista fundamental, estos relojes operan con átomos, elementos fundamentales de la materia que están regidos por las leyes de la física cuántica. Así que los relojes atómicos nos abren una ventana para entender el mundo cuántico de una forma superprecisa.
Mejores relojes atómicos nos ayudan a entender mejor la mecánica cuántica y cuando la entendemos mejor, podemos crear relojes atómicos mejores. Lo que hemos hecho es tratar, por ejemplo, de entender el comportamiento de los átomos en el reloj y uno de los progresos más interesantes que tuvimos hace unos meses es la posibilidad de entender las conexiones, suprimirlas y con ellas lograr medir por la primera vez la diferencia en el ritmo del reloj.
Eso lo medimos en una escala milimétrica, abriéndonos la posibilidad, por ejemplo, de conectar al mundo cuántico con la gravedad, que es algo que no se sabe todavía. En un futuro, la idea es que podemos utilizar estos relojes muy precisos para entender el comportamiento del mundo cuántico y con ello no solo crear relojes más precisos, sino que, si es posible, comenzar a tener las bases para un computador cuántico con sistemas muy precisos.

¿Para usted cuál sería el descubrimiento más apasionante que podría imaginar en este campo?

La verdad es que ahora no solo las universidades están invirtiendo en computadores cuánticos. Google, IBM, Microsoft están invirtiendo fuertemente en tratar de crear uno. Es muy difícil. Yo creo que por lo menos en cinco años no será posible, pero espero que pronto podamos tener computadores que operen con elementos cuánticos que nos permitan entender comportamientos que la humanidad lleva muchos años tratando de entender y no lo ha logrado.
Por ejemplo, el origen de la superconductividad a alta temperatura. No conocemos la explicación. Con un computador cuántico es posible que podamos entender cuáles son los ingredientes que necesitamos para construir materiales que puedan hacer superconductividad en temperatura ambiente y tener unos sistemas supereficientes de electricidad para poder desarrollar unos sistemas de clasificación de las proteínas y de cómo se desarrollan para hacer mejores medicinas. 
O comunicaciones supersecretas, porque uno de los principales potenciales de la cuántica es que uno sabe cuándo alguien intercepta la información porque la cambia. Es complicado, pero va a llevar a avances que ni nos imaginamos ahora. Esa es la parte fascinante, que son cosas que no pensamos que sean posibles y seguramente lo serán.
ALEJANDRA LÓPEZ PLAZAS
REDACCIÓN CIENCIA
@TiempodeCiencia

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