Qué y dónde estudiar siempre serán dos de las preguntas más importantes que cualquier persona se debe hacer. Y aunque estas interrogantes son habituales en jóvenes bachilleres que recién ingresan a la educación superior, resultan ser también muy relevantes para miles de profesionales que cada año se animan a tomar la difícil decisión de continuar con su formación por medio de un programa de posgrado.
Y, de acuerdo con expertos, estos títulos académicos son muy apreciados en el mundo laboral.
“Más allá de tener un título, se trata de adquirir conocimientos que fortalecen las competencias de las personas. Esto se traduce en mejores oportunidades laborales, y está comprobado que el salario tras un posgrado es más alto, en promedio, que para un profesional que solo cuenta con un título universitario”, dijo Ricardo Álvarez, asesor en vocación profesional.
Por su parte, Liliana Pinzón, analista en temas educativos, sostiene que “hay tres beneficios que trae el que las personas se animen a estudiar posgrados. El crecimiento personal es el primero y más obvio. Pero vemos también que aporta a las empresas, universidades y organizaciones, porque tener personal con esas capacidades claramente les permite obtener mejores resultados en sus áreas. Y, por último, vemos un aporte a la economía y competitividad del país”.
Ambos expertos consideran que si bien estudiar un posgrado es importante, muchas veces las personas no saben cómo elegir alguno. Por ello aseguran que es necesario tener en cuenta varios puntos antes de tomar cualquier decisión.
Y lo primero que hay que saber, concuerdan, es cuáles son los tipos de posgrados que se encuentran disponibles, sus ventajas y para qué sirve cada uno de ellos. Se trata de los diplomados, especializaciones, maestrías y doctorados.
Diplomado
Estos son programas que no representan un grado académico, sino, más bien, una certificación. Para algunos se trata de un proceso de formación complementaria, mientras que otros sí lo consideran un posgrado.
Se trata de cursos sobre temas específicos con el fin de actualizar conocimientos de los profesionales. Muchas veces son tomados por personas que requieren desarrollar ciertas habilidades específicas para desempeñar nuevas funciones, para poder aspirar a un nuevo cargo, emprendedores con la intención de desarrollar una idea de negocio o simplemente por gente que quiere ampliar sus conocimientos más sobre uno u otro tema.
Por lo general, no requieren un título universitario para poder cursarlo (aunque hay excepciones) y tienen una duración de entre 20 y 120 horas, con una intensidad aproximada de ocho horas semanales.
Especialización
Quien cursa este tipo de programas sí recibe un título académico reconocido; por lo general tienen una duración de dos semestres (o un año, si se ofrecen en modalidad anual).
Se caracteriza por ser una profundización teórica, técnica y práctica de cierta disciplina, y como su fin es fortalecer habilidades laborales, por lo general están diseñados de tal forma que no afecten el trabajo de quienes los cursan.
Maestría
Este es un nivel académico superior. Para cursarlo es necesario contar con un título profesional, y entre los requisitos para graduarse se encuentran la presentación de un trabajo final o una tesis.
Se trata de una profundización teórica y profesional en determinada área, mucho más intensa y larga que una especialización y con componentes de investigación, pero de igual forma enfocada a personas que quieran aplicar dicho conocimiento en el mundo laboral.
Tiene una duración promedio de dos años, aunque según el programa puede hacerse en 1 o hasta 3 años.
Doctorado
Se trata del más alto título de posgrado al que una persona puede aspirar, y es por ello que, además de un título profesional, los aspirantes deben tener un título en maestría para poder ser itidos en estos programas.
El propósito de un doctorado es adquirir capacidades de investigación y la producción de conocimiento, por lo que suelen ser apetecidos principalmente en el mundo académico, como docentes y en el campo de las consultorías.
Su duración también es mayor: puede tardar de tres a seis años, de acuerdo con el tiempo que se invierta en el trabajo de investigación final, que por lo general debe tener aportes originales al área de conocimiento.
Identifique en qué quiere desempeñarse
Hay varias preguntas que un profesional debe hacerse antes de cursar un posgrado, y esto tiene que ver mucho con cómo se ve a futuro. En este sentido, es necesario que se cuestione sobre si quiere especializarse o tener conocimientos adicionales que le ayuden a crecer en el campo en que actualmente se desempeña y complementen sus actividades, o si, por el contrario, busca expandir sus horizontes ante nuevas opciones laborales.
Para ello, Álvarez recomienda considerar programas que le garanticen una transición tranquila, y no que inicie sus estudios y no entienda nada de lo que están hablando.
Recomendaciones para saber elegir el programa de su interés
Conozca la oferta académica
Aunque usted no lo crea, los programas de posgrados pueden ser más variados que los pregrados. Es posible que encuentre dos programas con enfoque similar en una misma universidad o una maestría y una especialización sobre lo mismo. A esto sume que debe elegir entre las muchas instituciones que ofertan el programa.
Si es su primer posgrado, pregúntese si quiere una maestría o una especialización, cuál es la duración, los costos, etc. Otras personas, en cambio, buscan un segundo posgrado, para lo cual deben decidir si hacen maestría, especialización o un doctorado, con los desafíos que estos requieren.
¿Es el enfoque ideal para usted?
Con todo esto, todavía puede estar indeciso entre dos o más instituciones. Para salir de la duda, es fundamental que tenga claro el objetivo que quiere alcanzar con estos nuevos estudios. Esto le permitirá tener más luces de qué es lo que más le conviene para su carrera.
Tras identificarlos, compárelos con los currículos, estructura, metodología y diseño de los programas, lo que será útil, por ejemplo, para darse cuenta de que la universidad por la que más se inclinaba tal vez no cumple con sus expectativas, y, en cambio, hallar la mejor alternativa en materia de conocimiento, reputación y posicionamiento en el mercado laboral.
El prestigio del programa
Al igual que sucede cuando recién se ingresa a la educación superior, la universidad ideal será fundamental. Hay instituciones que se especializan en ciertas áreas y que ya cuentan con cierto nivel de prestigio en determinado programa, lo cual es un importante indicador para conocer la calidad.
Además, es más probable en estos niveles que el lugar de donde uno se gradúa influya en la percepción de los empleadores a la hora de contratarlo, cosa que en una carrera universitaria cada vez ocurre menos. Es decir, una buena universidad no solo le dará buena educación, sino oportunidades de crecimiento profesional.
¿Tiene el tiempo y el dinero?
Nunca se debe perder de vista que un posgrado es una inversión. De cualquier forma va a tener que destinar varias horas del día a asistir a clases, hacer lecturas y realizar trabajos, lo cual puede chocar con sus actividades diarias en el trabajo y en casa. Antes de tomar cualquier decisión, asegúrese de estar dispuesto a ello. Pero también es una inversión monetaria.
Evalúe si tiene resuelta la parte financiera (a menudo una especialización es más económica y corta que una maestría). Tenga en cuenta que dependiendo del área de conocimiento, hay sectores que valoran más a un profesional especializado que a uno con máster.
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REDACCIÓN EDUACIÓN