Por medio de un comunicado, los rectores de las tres principales universidades públicas que operan en Bogotá (la Universidad Nacional, la Universidad Pedagógica y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas) rechazaron las recientes declaraciones del secretario de Seguridad de la ciudad, César Restrepo, en las que manifestó su preocupación por los crecientes hechos de violencia que se vienen presentado en los campus universitarios.
“Los rectores de la Universidad Nacional de Colombia, La Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Distrital Francisco José de Caldas rechazamos las manifestaciones violentas, las cuales son contrarias a la vida académica, ponen en riesgo a la comunidad y afectan nuestros campus y sus entornos”, expusieron Leopoldo Múnera (Unal), Helberth Choachí Gonnzález (Pedagógica) y Giovanny Tarazona (Distrital).
Y agregaron: “Estamos en desacuerdo con los señalamientos realizados el 25 de febrero del año en curso por el Secretario de Seguridad y Convivencia del Distrito, en contra de las directivas de las universidades públicas, sin aportar ninguna evidencia que respalde sus afirmaciones. Nos apartamos de las declaraciones, máxime cuando no se han activado por parte de la Secretaría los mecanismos de articulación y diálogo con los equipos directivos de nuestras instituciones. Nos oponemos a que los campus sean vistos como focos de violencia”.
Esto se da luego de los recientes hechos de violencia que se han presentado, principalmente, en el campus de la Universidad Nacional, donde han aumentado los reportes, fotos y videos de presencia de encapuchados, así como hurto de implementos de la institución, agresiones a estudiantes y profesores, e incluso se han llegado a denunciar casos de abuso sexual.
Tras esto, el secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, señaló: "La responsabilidad dentro de esa institución frente a la seguridad de quienes la habitan y la deberían estar disfrutando para la academia es nula. Se están articulando demasiadas actividades ilegales violentas de convivencia fallida y no pasa nada".
También aseguró que “las directivas universitarias saben lo que ocurre dentro de las instalaciones, pero no actúan” y que "si hay un régimen especial de vigilancia dentro de esa institución, la responsabilidad de mantener el orden es de quienes dirigen la misma. No puede haber omisión al respecto. Solo el uso de explosivos y la agresión a ciudadanos son un delito".
A raíz de esto, los rectores de las tres instituciones insistieron en que si bien las universidades gozan, en el marco de su autonomía, de ciertas excepciones en materia de vigilancia y seguridad (lo que ha alimentado el eterno debate de si la policía puede ingresar a los campus), esto no quiere decir que las autoridades universitarias no presten atención a los problemas de seguridad en sus instalaciones: “Como espacios de diálogo y de producción del conocimiento, defendemos la resolución pacífica de los conflictos y trabajamos para que las universidades sean territorios de paz, donde se gesten soluciones a los desafíos que enfrenta la sociedad colombiana”.
Y agregaron: “Invitamos a las autoridades gubernamentales y a la sociedad colombiana a continuar trabajando por la paz del país y a superar los estereotipos que han alimentado la estigmatización de los y las integrantes de la comunidad universitaria y la violencia política”.
Los recientes hechos de violencia en las universidades
Un impresionante video viene rotando a través de las redes sociales. En este se ven las imágenes de un joven universitario que forcejea con un encapuchado que, minutos antes, y utilizando un hacha, dañaba la infraestructura de una de las facultades del plantel educativo.
Los atacantes utilizan prendas negras, esconden sus maletas en bolsas negras y tapan sus rostros con máscaras blancas y trapos rojos. En sus bolsillos tienen pintura spray y telas blancas.
El joven estudiante, en cambio, pide respeto y les dice a los conocidos como ‘capuchos’ que respeten su facultad y, como puede, les quita el objeto, arriesgándose a quedar herido, mientras otros estudiantes, en pleno salón de clases, piden que se calmen los ánimos.
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EL TIEMPO ó al joven que aparece en el video y quien prefiere, por ahora, ocultar su identidad. Dijo que no está contestando llamadas, pues se le dio la orden de no estar de manera presencial en el campus. “Qué tristeza que en nuestro país no haya seguridad. Me acaban de ar dándome órdenes de que mejor no pise el campus durante un tiempo prudente”.
Añadió que ha reflexionado mucho sobre lo sucedido. “Qué vaina tan maluca. Me siento desterrado de mi propia casa y, aunque es por seguridad, obviamente llevo a la Universidad Nacional en el corazón. Vamos a ver hasta cuando me dejan volver”.
Pero estos no son los únicos casos. De hecho, en el primer semestre del año pasado, y a raíz del paro estudiantil en la Unal surgido tras la polémica elección de rector, se registraron tomas de algunos edificios, así como agresiones a personal de vigilancia. De hecho, se tienen denuncias de algunos de estos trabajadores que aseguran haber sido obligados a beber combustible.
Todo esto se suma a la presencia de encapuchados, no solo en Bogotá sino también en la sede Medellín de la Universidad Nacional, o las denuncias de violencia enmarcada en los llamados ‘Jueves de Freud’, donde en medio de expresiones artísticas ya típicas en este espacio, se han reportado hechos de intolerancia, destrucción de las instalaciones, e incluso denuncias de violencia sexual.
MATEO CHACÓN ORDUZ
Subeditor Educación - Vida