El poderoso caldo que actúa como un guardián de la salud del corazón

La alimentación desempeña un papel crucial en el bienestar integral del ser humano, destacándose algunos alimentos por su capacidad de prevenir enfermedades y fortalecer el cuerpo. 

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En este contexto, el pescado emerge como una fuente invaluable de nutrientes esenciales, particularmente reconocido por sus beneficios para la salud cardiovascular. Dentro de las diversas formas en que se puede consumir, el caldo de pescado se posiciona como un poderoso aliado tanto para el corazón como para el sistema inmunológico.

Este aparentemente sencillo plato rebosa de propiedades nutricionales que benefician de manera significativa la salud. El caldo está enriquecido con vitaminas A, D y del complejo B, conocidas por sus efectos antioxidantes que combaten la inflamación y protegen a las células del envejecimiento prematuro.

Además, estas propiedades antiinflamatorias contribuyen a la mejora general del organismo, disminuyendo el riesgo de padecer diversas enfermedades crónicas.

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Uno de los aportes más destacados del caldo de pescado es su impacto positivo en la salud cardiovascular. Los ácidos grasos omega-3, abundantes en este plato, son célebres por su eficacia en reducir la formación de placas arteriales, previniendo la aterosclerosis —un precursor común de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares—. 

El consumo regular de este caldo promueve una mejor circulación sanguínea y mantiene las arterias en óptimas condiciones, lo que resulta en una protección robusta contra afecciones cardíacas severas.

Además, el caldo de pescado es una fuente rica en minerales esenciales como el calcio, el selenio y el hierro, fundamentales no solo para fortalecer los huesos sino también para proteger las articulaciones y el sistema óseo en general. La presencia de vitamina D facilita la absorción adecuada de calcio, vital para prevenir trastornos como la osteoporosis.

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Según Mayo Clinic, las personas que incluyen pescado regularmente en su dieta tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, incluyendo la obesidad, la diabetes tipo II y ciertos tipos de cáncer. Esta ventaja se atribuye en gran parte a las propiedades antiinflamatorias del pescado y a los ácidos grasos omega-3, que regulan el metabolismo y fortalecen el sistema inmunitario.

Para aprovechar al máximo los beneficios del pescado, una receta simple de caldo puede incluir espinas de pescado, kion (jengibre), papas y hierbas aromáticas como laurel y perejil. El jengibre añade un complemento antioxidante y antiinflamatorio que potencia los efectos saludables del pescado. 

La preparación consiste en hervir los ingredientes a fuego lento, colar y dejar enfriar el caldo, que puede conservarse en el refrigerador hasta por tres días o congelarse durante tres meses.

LAURA GUEVARA

El Universal (México) / GDA