En el mundo, de acuerdo con las estadísticas, por cada 10 asesinos en serie hombres hay una mujer. De hecho, los perfiladores criminalistas definen como
asesino en serie a quien ejecuta tres o más homicidios, sin importar el lapso o el lugar.
En Colombia se tienen registrados a 27 hombres; entre ellos,
Luis Alfredo Garavito, sindicado del asesinato de 172 menores de edad; y Manuel Octavio Bermúdez, condenado por la muerte de 34 menores de edad, los dos hombres abusaron sexualmente de sus víctimas.
En la línea de asesinas en serie en Colombia se encuentran tres mujeres: Esneda Ruiz Cataño, María Concepción Ladino y Yadira Narváez. Sus víctimas suman 15, las tres fueron capturadas y condenadas.
Perfiladores de la Policía Nacional señalaron a EL TIEMPO que los asesinos en serie tienen patrones asociados a la baja autoestima, haber sido agredidos sexualmente durante su infancia, problemas económicos y la falta de valores.
En las mujeres la tipología cambia y se direcciona más a un modelo narcisista, casi nunca ligado a un patrón de abuso sexual, es decir, que violen a sus víctimas.
Esneda Ruiz Cataño, de 52 años, cumple una condena de 25 años, gracias a preacuerdos, por el asesinato de sus tres esposos, a los que mató, de acuerdo con la Policía y Fiscalía, para cobrar sus seguros de vida.
La mujer fue capturada en 2013 en Ebéjico, Antioquia, alcanzó a estar dos años prófuga de la justicia por homicidio agravado.
Su primer esposo, Juan Pablo Aristizábal, fue asesinado en junio de 2006; el hombre, al parecer, fue víctima de un atraco y aunque Esneda estuvo detenida, recobró la libertad y fue exonerada de todo cargo.
Esneda se desplazó a Medellín, donde cobró el seguro de vida, por 50 millones de pesos, de Aristizábal, del cual ella era la única beneficiaria.
En medio de una situación de violencia intrafamiliar, la mujer apuñaló a su segundo esposo a la salida de un billar en Medellín. José Valencia murió en el lugar. Y ella por segunda vez logró evadir a las autoridades.
Casualmente, Valencia también la tenía como beneficiaria de su seguro de vida.
En 2010, víctima de una puñada en el cuello, como José Valencia, murió el tercer compañero de Esneda. Quien también tenía un seguro de vida por 80 millones de pesos. En ese momento, para la Policía y la Fiscalía no había duda de que la mujer era una asesina en serie.
La bruja
María Concepción Ladino, en la década de los 90, mató a 6 personas en medio de su labor como guía espiritual o bruja. La mujer está condenada a 40 años de cárcel.
La 'hermana María', como se dio a conocer, ubicó un salón de espiritismo en Fontibón, al occidente de Bogotá. En la capital cometió sus dos primeros crímenes, sus víctimas al parecer fueron envenenadas por los bebedizos que les dio "para las limpias".
Huyó a Bucaramanga, donde asesinó a una clienta, incineró su cuerpo y hurtó sus pertenencias. Después se trasladó a Bogotá, donde mató a una pareja de adultos mayores, a quienes les hurto más de 100 millones de pesos.
Sus últimas víctimas fueron tres hermanas, Clara Elsa, Luz Stella y Ana Lucía Bello Clavijo, a quienes prometió una cura para el cáncer que padecía la mamá.
Pese a los bebedizos que la señora tomó, falleció y les dejó a sus hijas como herencia 13 millones de pesos, los cuales la 'hermana' prometió duplicar con sus rezos. Para ello las citó a las afueras de Bogotá, donde las mató, lapidadas, con la complicidad de dos personas.
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