El alivio de una familia tras recibir cuerpos de hermanos asesinados en 2005

El sufrimiento y la incansable búsqueda que durante 17 años tuvo la familia Hincapié Ospina por la partida de dos de sus seres queridos terminaron en una jornada que dio un poco de alivio luego de que les fueran entregados dignamente sus cuerpos.

Las víctimas, quienes habrían sido asesinadas por uniformados del Ejército, son los hermanos Luz Enith y Ricardo Hincapié Ospina, quienes estuvieron acompañados en una ceremonia realizada en el municipio de Samaná, Caldas, por sus familiares.

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Al momento de su desaparición, en la vereda Yarumal, del municipio caldense, Luz Enith tenía 28 años, y su hermano, 18. Ambos salieron de su casa el 2 de noviembre de 2005 a comprar una torta, pues le iban a celebrar el cumpleaños a su mamá.

Desde entonces empezó la angustia que con las horas se fue multiplicando en el hogar, pues se sumaron las versiones de vecinos que decían que los hermanos fueron abordados por presuntos del batallón Quimbaya del Ejército que permanecían en la zona, quienes al parecer los acusaron de ser parte de un grupo armado ilegal.

Frankie Uriel Cifuentes, hijo de Luz Enith, contó que el proceso de búsqueda con sus hermanos lleva poco, pues no sabían cómo hacerlo. "Hace como tres años hemos estado muy presentes, ahí vamos, gracias a Dios se están dando los resultados. Es un proceso muy largo que inició mi abuelita hace muchísimos años, ella en su lucha falleció, y siguieron mis tíos con eso, ellos fueron los que nos informaron", detalló.

Diecisiete años después, en la ceremonia estuvieron presentes funcionarios del Sistema Integral para la Paz y organizaciones de la sociedad civil que resaltaron que esto fue posible gracias a las medidas cautelares adoptadas por la JEP en cementerios del Magdalena caldense en 2019, así como la recuperación de cuerpos hecha por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).

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Sobre esta entrega digna, la directora de la Unidad, Luz Marina Monzón, subrayó que la entidad "hace un expreso reconocimiento a la familia de Luz Enith Hincapié y Ricardo Hincapié, por su lucha de más de 17 años, por saber qué había pasado y dónde se encontraban sus seres queridos, por la búsqueda incansable de su verdad".

En todo el Magdalena Medio, la Fundación para el Desarrollo Comunitario de Samaná (Fundecos), el Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial (Equitas), y el Centro de Estudios sobre Conflicto, Violencia y Convivencia Social (Cedat),organizaciones de la sociedad civil que apoyaron el proceso de búsqueda, han documentado 187 casos de personas dadas por desaparecidas. En el caso de Samaná, siete cuerpos han sido entregados dignamente a sus familias tras ser víctimas del conflicto armado.

El proceso para identificar a Luz Enith y Ricardo contó con la participación del Instituto de Medicina Legal, entidad que corroboró la información con muestras genéticas que se tomaron en jornadas de atención integral a víctimas. Una persona fue identificada en 2021, y otra este año.

Los hermanos Hincapié Ospina trabajaban recolectando café y cargando caña y leña, y un día después de que dejaran su hogar, el 3 de noviembre de 2005, sus familiares recibieron la cruel noticia de que estaban muertos.

El anuncio lo hicieron tropas del Ejército Nacional, las cuales confirmaron que Luz Enith y Ricardo habían sido asesinados y presentados como dados de baja en combate, una práctica que se esparció en toda la región por esos años, documentada también por la Comisión de la Verdad.

Tras la noticia, la mamá de ellos les dijo que les entregaran los cuerpos, sin embargo le dijeron que no. Incluso, en medio de los gritos de auxilio ante varias entidades, la familia fue amenazada e intimidada, por lo que dejaron de buscarlos públicamente, sin perder la esperanza de dar con ellos.

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Fue hasta 2012 cuando por una cuña radial, la madre decidió ir hasta la Defensoría del Pueblo a exponer por última vez su caso. La muerte le llegó seis años más tarde sin saber del rastro de sus hijos, a quienes siguieron buscando sus cuatro hermanos.

Al momento de preguntar cómo recordaba la madre a Luz Enith y Ricardo, de la primera dicen que le tenía como apodo 'Pitilla', que era una mujer fuerte en todo el sentido de la palabra, y que le gustaba bailar y el arroz con pasta. Al menor lo llamaba 'Toñito' porque era el mejor de la casa, le gustaba el fútbol y comer morcilla, buñuelos y empanadas.

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Al momento de la entrega digna, el hijo de Luz Enith concluyó que "esto ha significado muchísimo porque han sido muchos años de incertidumbre por saber qué pasó, hemos estado en blanco, y ya hoy estamos dando con la verdad de los hechos".

El proceso para llegar hasta esta etapa estuvo pasado por reuniones previas en las que se explicó a cada uno de los familiares los resultados técnico-científicos de la labor realizada en el proceso. Actos que buscan que los familiares sepan la verdad de lo ocurrido en el marco del conflicto armado.

Además, las labores están orientadas al Plan Regional de Búsqueda del Magdalena Medio caldense de la UBPD, el cual tiene un universo preliminar de 1.091 personas desaparecidas en Samaná, Norcasia, Victoria y La Dorada, entre 1965 y 2014, siendo 2002 el año con más desapariciones reportadas. Según la UBPD, hay 193 casos en su base de datos.

En Twitter: @CarlosL49