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Las dudas que despejaron las últimas llamadas del coronel Dávila
Habló con su esposa y compañeros cuentan por qué estaba inquieto.
El coronel Óscar Dávila murió en un carro en el sector Salitre, en Bogotá. Foto: Néstor Gómez. EL TIEMPO y redes sociales
La información que ha venido apareciendo en torno a los últimos movimientos y conversaciones del coronel de la Policía Óscar Darío Dávila Torres está siendo recogida por los investigadores que están estableciendo las causas de su muerte, ocurrida el pasado 9 de junio.
Tal vez, la información más valiosa es que antes de ser encontrado muerto sostuvo una conversación con su esposa Pilar Andrea Ibarra Lancheros, odontóloga que trabaja con la Policía.
La odontóloga le informó a su esposo que estaba rezando el Rosario para ese momento, en el que el uniformado estaba en la camioneta oficial que tenía asignada, a lo que él respondió que subiría en unos minutos.
“No quiero subir a rezar”, le habría dicho a su conductor, quien se había bajado del carro a comprar una botella de agua por petición de su jefe.
Honras fúnebres del coronel Óscar Dávila, en el Centro Religioso de la Policía. Foto:Unidad Investigativa
El temor del oficial
Esto significa que quedó descartada la versión de que el coronel Dávila llegó sin vida a la dirección de su residencia: calle 22 bis #48, en el occidente de Bogotá.
EL TIEMPO también estableció que le habría dicho a sus compañeros que temía ser procesado por delitos como secuestro y tortura (mencionados extraoficialmente en el proceso) y, por esto, podría perder su patrimonio y el de su familia para solventar su defensa.
Miguel Ángel del Río, apoderado de Armando Benedetti. Foto:Archivo particular
Por eso acudió al abogado Miguel Ángel Del Río. Este último asegura que el coronel iba a pedir un préstamo para pagar su defensa.
Ahora se indaga, incluso con la familia, de dónde salieron los 50 millones de pesos que entregó en efectivo a un exmiembro de la Policía que ahora trabaja como investigador del penalista Del Río.
Se trata de Wadith Velásquez, quien en marzo pasado abrió una oficina de noticias y de actividades de detectives e investigación privada llamada 'Consultoría Espacio Investigaciones'.
Y aunque Dávila supuestamente señaló que los procedimientos que se siguieron fueron legales y que no tuvieron que ver con las 'chuzadas', es claro que sabía que podía ser llamado a declaración juramentada o a interrogatorio y que incluso temía terminar preso.
Del Río le dijo a este diario que el coronel Dávila se comenzó a preocupar por su suerte justo después de que EL TIEMPO puso el foco en la oficina que estaba a su cargo: protección anticipativa de Casa de Nariño.
Esa dependencia, ubicada en el piso 13 del edificio Sendas de la Dian, fue inspeccionada el miércoles 7 de junio.
El teniente coronel Óscar Dávila estaba asignado a Presidencia. Foto:Unidad Investigativa
Uno de los uniformados allegados al coronel le contó a EL TIEMPO que le había sugerido que, de ser el caso, aceptara cargos por los procedimientos irregulares.
“Le dijimos que en el peor de los escenarios serían unos dos años preso en una instalación policial, y que siempre íbamos a estar visitándolo y apoyándolo”, aseguró la fuente.