En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Exclusivo suscriptores
En Colombia aumenta la deserción y repitencia escolar, mientras matrículas bajan
En los últimos años se ha visto un incremento en indicadores negativos como la reprobación.
Estudiantes de instituciones educativas oficiales de Medellín Foto: Jaiver Nieto / EL TIEMPO
Cuatro años de matrículas a la baja, una leve caída en la cobertura y un aumento en la deserción y repitencia. Esto es lo que revelan las últimas cifras publicadas por el Sistema de Información Nacional de Educación Básica y Media (Sineb), el cual agrupa las estadísticas oficiales de este sector, enfocado en primera infancia y colegios.
Se trata de datos actualizados hasta el año 2022, dado que esta información suele revelarse con un retraso de entre seis meses y un año mientras se consolida la información, por lo que los datos de 2023 apenas se están recopilando.
De cualquier forma, la información muestra tendencias que vienen de años anteriores y que cada vez se hacen más evidentes. Uno de ellos es la caída en las matrículas. Mientras que en el 2019 el número de estudiantes en edad escolar fue de 10’159.214, el 2023 (dato que EL TIEMPO pudo conocer en exclusiva) cerró con una cifra de matrículas de 9’801.970. Esto quiere decir que a la fecha hay al menos 350.000 menos estudiantes que hace cinco años.
Según explicó a este diario el equipo de cobertura del Viceministerio de Educación Preescolar, Básica y Media, una de las razones de esa variación tendría que ver con un cambio demográfico, en lo que concuerdan algunos expertos consultados por este diario, como el analista Ricardo Rodríguez: “Puede que sí se esté reconfigurando la proporción de menores en edad escolar. Pero esto hay que extrapolarlo con los indicadores de cobertura, que dan más indicios de si estamos retrocediendo o no”.
La deserción interanual está en su cifra más alta desde 2010, cuando la tasa fue del 4,8 por ciento.
Y en este sentido, los datos del Sineb muestran que la cobertura neta en el país en los últimos años estuvo relativamente estable, entre el 92,3 y 92,5 por ciento, es decir, sin muchas variaciones. Pero esto cambió en 2022 (el último año analizado), cuando la cobertura sí presentó una caída al llegar al 91,5 por ciento. Aunque es solo una caída de un punto porcentual, al tratarse de cerca de 10 millones de estudiantes, esto implica cientos de miles de menores menos en el sistema.
Otras razones que argumenta la entidad son la pandemia, el conflicto armado y problemas de oferta académica en regiones apartadas.
Todo esto sin contar a quienes inician sus estudios, pero no los culminan. Y es que las cifras de deserción escolar no son nada alentadoras, y de hecho están al alza. Los datos oficiales muestran que la deserción interanual (la que se da durante el año escolar, entre los estudiantes que inician clases, pero no finalizan el año) está en su cifra más alta desde 2010, cuando la tasa fue del 4,8 por ciento.
7. Valle del Cauca: se encuentra dividido en 42 municipios su capital es Santiago de Cali. Cuenta con 384 colegios públicos. Foto:Juan Pablo Rueda / Archivo EL TIEMPO
De esta forma, en 2022 esa tasa fue del 4,4 por ciento, es decir, 4 de cada 100 estudiantes que iniciaron clases ese año no culminaron. En años anteriores esa cifra no superaba el 3,6 por ciento, llegando a su punto más bajo en 2020, curiosamente en el año de la pandemia, con un porcentaje del 2,4 por ciento.
Todos estos datos, al acumularse año a año, deja en evidencia un grave problema de a la escuela en Colombia, lo cual ha sido registrado, entre otras organizaciones, por el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana (LEE).
Al respecto, el experto en educación Francisco Cajiao destacó: “Se estima que por cada 100 niños que entran a primero de primaria, solo 44 logran graduarse de bachillerato a tiempo. Además, de 100 graduados de bachillerato a nivel nacional, solo 39 logran acceder a educación superior y apenas la mitad de estos concluye el ciclo profesional”.
Lo anterior refleja profundas inequidades del sistema, dado que, no obstante tener coberturas altas, superiores al 90 por ciento, solo cuatro de cada 10 estudiantes terminan el colegio a tiempo, sin haber desertado, aplazado o repetido algún curso.
Al respecto, Rodríguez señaló: “Hablamos de millones de vidas que retrasan o frustran un proceso que debería ser ya natural, como el cursar sus grados de colegio, lo cual a largo plazo impacta en indicadores económicos nacionales y de desarrollo humano”.
Sobre las causas de la deserción, la última Gran Encuesta de Opinión en Educación de la firma Cifras y Conceptos y la Fundación Empresarios por la Educación, al ser preguntados por las razones por las que su hijo o una persona escolarizada dejaría de estudiar, en el 49 por ciento de los hogares se considera que el conflicto y la violencia son las principales causas, seguido de la forma de enseñar de los docentes (34 por ciento) y la falta de acompañamiento de los colegios (22 por ciento).
Las brechas entre ricos y pobres, población urbana y rural, instituciones públicas y privadas, son cada vez mayores.
A propósito, llama la atención que los números oficiales revelan un incremento en la tasa de repitencia, que para 2022 cerró en el 6,7 por ciento, lo que implica una preocupante escalada en los últimos tres años, desde la pandemia, que en lugar de revertirse se hace más grande, alejándose de cifras que antes eran consideradas estables, como el 2,7 por ciento de 2017 o el 2 por ciento de 2018.
Otro caso que llama la atención, y muy ligado a la repitencia, es el de la reprobación, que se diferencia del anterior en que se trata del universo de niños, niñas y adolescentes que pierden el año, pero algunos de ellos logran recuperar, por lo que no todos se ven obligados a repetir el curso.
Respecto a este indicador, mientras en 2017 el 5,2 por ciento de los estudiantes reprobó, el efecto de la pandemia se sintió en 2020 (6,8 por ciento), llegando a su punto más alto en 2021 (8,1 por ciento) para reducir un poco en 2022 (7,3 por ciento, sin llegar aún a los niveles prepandemia.
Según analistas consultados por EL TIEMPO, para hacer una radiografía del sector hace falta una reflexión respecto a la calidad. Los últimos resultados de las pruebas Saber 11 muestran que el promedio nacional de los 632.640 evaluados en 2023 fue de 257 puntos sobre 500 posibles. Y aunque a simple vista pueda ser considerado un número bajo, la verdad es que desde que se cambió el método de evaluación en 2014 el mayor puntaje nacional ha sido de 264, alcanzado en 2016. Además, lo del año pasado fue una mejoría frente a los 250 puntos de 2021.
Pese a ello, las brechas entre ricos y pobres, población urbana y rural, instituciones públicas y privadas, son cada vez mayores.
Y todo esto se suma a los bajos resultados del país en las pruebas Pisa de la Ocde, donde el promedio de Colombia sigue muy lejos del promedio global.
Estudiantes presentando el Icfes en el país. Foto:Icfes
Ante ello, Andrea Escobar, presidenta de la fundación Empresarios por la Educación, destacó que es importante replantear la concepción de los currículos en el país: “En Colombia hay autonomía escolar. Hay 18.000 instituciones educativas, por lo que puede haber 18.000 currículos. Debemos preguntarnos cómo hacemos un pacto de qué es lo mínimo que los niños y niñas deberían estar aprendiendo. Ya tenemos aprendizajes de la pandemia, como la necesidad de fortalecer competencias socioemocionales, de pensamiento crítico. Debemos pensar realmente en el desarrollo integral del estudiante”.
Ante ello, el Ministerio de Educación adelanta la estrategia Poder Pedagógico, que entre otras cosas implica adelantar el nombramiento de más profesores y su formación.
Profesores más preparados
No todas las cifras son negativas. De hecho, hay una que llama considerablemente la atención y que está relacionada con uno de los clamores más grandes de expertos y la sociedad en general: la formación docente.
6 de cada 10 personas consideran que los docentes son el principal factor de éxito académico
En este sentido, los profesores del sistema educativo están cada vez mejor preparados. Prueba de ello es que se pasó de 90.608 docentes con un título de posgrado en 2015 a 165.665 en 2022 (de todos los 308.518 que atienden las instituciones públicas), dato que también es superior al año anterior, cuando fue de 161.917. En otras palabras, más de la mitad de los maestros tienen especialización, maestría o doctorado.
Esto resulta muy importante, en especial si se tiene en cuenta que, según la Gran Encuesta de Opinión en Educación de Cifras y Conceptos y la Fundación Empresarios por la Educación, 6 de cada 10 personas consideran que los docentes son el principal factor de éxito académico, por encima de las instalaciones educativas, el ambiente escolar, entre otros.
Y en esta vía parece haber un llamado generalizado del 96 por ciento de los encuestados a la necesidad de la evaluación docente, midiendo a los profesores también por los logros de sus estudiantes.