Tras tres meses y medio de haber iniciado el nuevo modelo de salud de los más de 800.000 maestros y sus familias en Colombia, persisten las quejas por la prestación del servicio. Y es que los profesores continúan denunciando graves problemas para el a citas médicas, tratamientos y medicamentos en gran parte del territorio nacional.
A propósito de estas inconsistencias, esta semana se realizó una reunión del Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag), en el que participaron de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode). Una cita que tuvo lugar una semana después de un plantón adelantado en frente de las instalaciones de la Fiduprevisora por la Asociación Distrital de Educadores (ADE, el sindicato de maestros de Bogotá), en el que los dirigentes de esta organización anunciaron la propuesta de un paro nacional.
Y es que la situación sigue siendo muy preocupante en algunas regiones del país, donde los docentes continúan señalando falta de atención, siendo una de las quejas más recurrentes la entrega de medicamentos, como lo expresó a EL TIEMPO Martha Alfonso, ejecutiva de Fecode, quien señala que en este momento “se afecta a gran parte del país”.
La líder sindical, quien ha estado presente en las reuniones del Fomag, aseguró que “la Fiduprevisora (entidad que istra los recursos del Fomag y encargada de la contratación en el nuevo modelo) realizó tres contratos para prestadores de medicamentos a operadores que han sido muy denunciados, sobre todo dos que tenían operaciones en todo el país y que no cumplieron con la dispensación, no abrieron las farmacias”.
Esas afectaciones, sostiene, se mantienen a día de hoy, aunque asegura que el Fomag abrió una ruta para solucionar el problema por medio de auditorías pero también con la apertura de un nuevo proceso de selección de los operadores, al que se han postulado más de 40 prestadores regionales y nacionales.
Pero estos no son los únicos problemas. Los problemas en la contratación y en la selección de los operadores, que desencadenaron la crisis desde el mes de mayo, hoy se mantienen en mayor o menor medida en algunas regiones del país. Según Alfonso, hoy las regiones donde la situación es más crítica son Bogotá, Cundinamarca y Magdalena.
Allí es donde se registra el mayor número de quejas de citas no agendadas, canceladas o reprogramadas, problemas para obtener autorizaciones, para acceder a especialistas, entre otros.
Las filas de maestros y sus familiares en las IPS, pero también en las oficinas de la Fiduprevisora, siguen siendo constantes. Con documentos en mano, EL TIEMPO conoció casos de personas que al momento de publicarse este artículo llevaban hasta tres meses buscando que se les autorizara procedimientos quirúrgicos y medicamentos vitales. Dicen que al solicitar agenda para dichos procedimientos, les dicen que no hay citas disponibles.
Para Alfonso, “el problema principal es que la Fiduprevisora, irresponsablemente, hizo toda una contratación centralizada, monopolizada, que no permitía realmente que fluyera la gestión”.
Y agregó: “La dificultad más grande que tenemos es el de las remisiones. Algunos prestadores primarios tienen vínculos entre ellos, incluso ellos mismos remitían a los pacientes únicamente a sus propios centros de atención, y resulta que esas agendas estaban saturadas, cuando había otras IPS con capacidad de atender, pero no se daban autorizaciones. Vimos muchos maestros a los que se les programaban citas de cierta urgencia con dos o tres meses de retraso. Eso, por ejemplo, es lo que se está viviendo en Bogotá”.
Sin embargo, la ejecutiva de Fecode sostiene que esto mismo se ha vivido en muchas regiones, pero que en estos últimos tres meses se estaría normalizando la situación: “Tenemos regiones que empezaron con estos mismos problemas en mayo, pero que hoy operan con normalidad. Desde el Gobierno se ha dado la orden para garantizar una contratación más eficiente, que no se centralice en unos pocos operadores, y eso ha animado a más IPS a vincularse al sistema, lo cual ha aumentado la cobertura y destrabando la atención”.
¿En qué queda el llamado a paro?
Esta situación desencadenó que la semana pasada, Aura Daza, presidenta de la ADE, anunciaba su intención de convocar a un paro nacional de maestros: : “Lo más probable es que se realice un paro nacional. Vamos a hablar con la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), porque la idea es que haya un paro nacional por la salud y la vida en todo el país”.
Según Daza, la situación ya es insostenible, al menos en la capital del país, donde “vamos a seguir realizando plantones. Los maestros tienen que hacer largas filas para que les autoricen los servicios. A veces llegan ya con las autorizaciones y tampoco los atienden. Esa es una barrera al . También cuando llegan a urgencias los tienen ahí cuatro, cinco o seis horas sin recibir atención de manera oportuna”.
Sin embargo, la propuesta de la ADE de hacer un paro nacional, de momento, no reúne suficientes apoyos en Fecode, que tiene entre sus afiliados no solo al sindicato capitalino, sino a los demás sindicatos de docentes del país.
Y es que la mayoría de los del comité ejecutivo de Fecode insisten en que los problemas actuales vienen de trabas e irregularidades al interior de la Fiduprevisora y no por parte de una falta de planeación por parte del Gobierno, como algunos críticos sostienen (aun cuando esta entidad financiera tiene su mayor participación en manos del Ministerio de Hacienda y que el Fomag, fondo que istra, es presidido por el Ministerio de Educación).
De cualquier forma, se espera que la otra semana el comité ejecutivo anuncie la fecha de una nueva junta nacional de Fecode, donde uno de los temas de la agenda será si los maestros se van a paro.
MATEO CHACÓN
Periodista de Educación