El conflicto armado en Colombia es uno de los temas que más han inquietado a los académicos del país, siendo este uno de los tópicos que más han sido objeto de estudios e investigaciones.
Una de las instituciones que más ha trabajado este tema es la Universidad del Valle, que tiene una larga trayectoria académica en el campo de los estudios sobre el conflicto, al estar cerca de algunas de las regiones del país que más han sufrido este flagelo.
A través de su historia, sus profesores han realizado valiosos estudios y análisis, dentro de los que se destacan los aportes de Estanislao Zuleta o las reflexiones de la entonces Comisión de Estudios sobre la Violencia, que luego dio origen a la figura de los violentólogos, en la cual participaron profesores de la universidad, entre ellos Álvaro Guzmán Barney y Álvaro Camacho Guisado. Esta comisión dejó como resultado el libro ‘Colombia: violencia y democracia’, donde se postula que el antídoto contra el conflicto que estaba sufriendo el país, era una mayor ampliación de la democracia.
A partir de allí, diferentes grupos de investigación se han concentrado en el análisis del conflicto. Se pueden citar como ejemplos el grupo de investigación acción colectiva y cambio social de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas que adelantó diferentes estudios para tratar de comprender el conflicto y las dinámicas de los movimientos sociales. También, desde el Centro de Investigación y Documentación Socioeconómica - CIDSE, se hicieron estudios centrados en el conflicto en Cali, entre otros temas.
Bajo la mirada de investigadores como Alberto Valencia Gutiérrez y Luis Carlos Castillo Gómez se hicieron estudios sobre las continuidades y discontinuidades del conflicto colombiano a partir de 1950. Recientemente, bajo el liderazgo de estos docentes, se logró la repatriación desde México del archivo Germán Guzmán, quizás la fuente de documentación más importante sobre la violencia en Colombia. Este esfuerzo dejó como resultado la exposición fotográfica ‘Realismo atroz’ con imágenes que daban cuenta de la crueldad del conflicto.
La Universidad del Valleh ha abordado este tema desde diferentes ámbitos, tanto el académico, el artístico y la intervención social. En la actualidad, sin dejar de lado el estudio del conflicto, se hace mayor énfasis en la construcción de paz a raíz de la firma de los Acuerdos de Paz en 2016. Tanto en la fase de diálogos, como en la firma y la implementación, la institución ha trabajado en este aspecto por medio de iniciativas como el Programa Institucional de Paz, creado con el propósito de adelantar investigaciones e intervenciones en esta materia.
Uno de los primeros ejercicios que se adelantaron bajo este programa fue la primera evaluación del cumplimiento de los Acuerdos, con la participación de académicos nacionales e internacionales. El programa se convirtió en el Instituto de Investigación e Intervención para la Paz, desde donde se han liderado capacitaciones en derechos humanos e intervenciones sociales. Se puede mencionar también la creación de la condición de excepción para que desmovilizados o reinsertados pudieran ingresar a la Universidad a hacer sus estudios universitarios.
Vale la pena destacar que en un esfuerzo en conjunto con la Pontificia Universidad Javeriana de Cali se creó el Doctorado en Estudios para la Paz, primer programa de este tipo en Colombia, con la firme convicción de que éste se convertirá en uno de los centros de producción de conocimiento más importantes en Colombia sobre esta materia, que permitirá fortalecer y potenciar los procesos de construcción de paz. Como lo dice el padre Vicente Durán Casas, rector de la Javeriana Cali, es un doctorado de estudios para la paz, no sobre la paz.
De acuerdo con la institución, el conflicto es un elemento inherente a la sociedad, no hay quizás otro fenómeno social más estudiado en Colombia. Lo que el doctorado conjunto busca es investigar instrumentos de construcción de paz. La diferencia radica en la forma en que dirimimos o tramitamos las grandes crisis sociales. El secreto radica en cómo se logran transformar los conflictos en acciones de reconciliación y construcción de tejido social a través de procedimientos no violentos. La academia tiene mucho que decir y hacer en ese campo.
Así mismo, la universidad asegura que la paz es uno de los ejes que articulan el ejercicio de formulación del Plan Estratégico de Desarrollo de Univalle 2025- 2035, con visión de futuro a 2045, cuando la Universidad cumplirá cien años de fundada. De esta forma, con docentes, trabajadores, funcionarios, estudiantes y egresados, pero también con integrantes de la sociedad civil, se busca hacer la construcción colectiva de los derroteros que guiarán el camino de la Universidad del Valle para los próximos diez años.
Para expertos y directivos de la institución, la construcción de un ambiente de convivencia y paz pasa por el fortalecimiento de la educación superior, por hacerla accesible a toda la población con los más altos niveles de calidad. En este sentido, desde Univalle aseguran que su aporte es el fomento de una cultura del diálogo, donde las diferencias sean oportunidades de aprendizaje y enriquecimiento mutuo, que se proyecten a toda la sociedad.