Con 30 años y más de 280 días, Bobi se ha convertido en el perro más viejo del mundo, y el pasado 1 de febrero fue reconocido con el récord Guinness.
Aunque ha tenido una vida tranquila con su familia portuguesa, su historia desde el principio ha sido extraordinaria.
Bobi es un Rafeiro do Alentejo, una raza de perro guardián de ganado con una esperanza de vida media de entre 12 y 14 años.
Con este récord no solo logra a superar a Spike -un chihuahua de 23 años que había recibido este mismo reconocimiento tan solo dos semanas antes- sino también a Bluey (1910-1939), un pastor australiano que vivió hasta los 29 años y 5 meses y fue, por casi un siglo, el perro más longevo de la historia.
Su dueño, el portugués Leonel Costa, contó para la página web de los récords Guinness que solo hasta hace unos meses pensó en registrar a Bobi para este premio, pues en su casa los animales "siempre han durado muchos años". Sin embargo, dijo que la historia de este canino es inigualable.
"Bobi es especial porque mirarlo es como recordar a las personas que fueron parte de nuestra familia y lamentablemente ya no están, como mi papá, mi hermano o mis abuelos, que ya se fueron de este mundo. Bobi representa a esas generaciones", aseguró.
La llegada a su hogar
Bobi nació en 1992, en el pueblo rural de Conqueiros, ubicado en Leiria, Portugal.
Su madre, Gira, tuvo una camada de cachorros, pero la familia Costa decidió no quedarse con ellos por lo que ya tenían muchos animales en su finca. Es por eso que, al día siguiente del nacimiento, se llevaron a los recién nacidos antes de que su madre se diera cuenta.
Confieso que cuando se enteraron de que ya lo sabíamos, gritaron mucho y nos castigaron
Pero en medio de la prisa del momento, no se fijaron en que habían dejado un cachorro atrás.
Empezaron a sospechar de algo extraño cuando Gira seguía visitando el lugar donde habían nacido sus crías. "Si los animales ya no estaban, ¿por qué ella iba allí?”, dijo su dueño.
Un día Costa y sus hermanos decidieron seguir a Gira en una de sus visitas y se dieron cuenta de la existencia de Bobi, pero decidieron no contarle nada a sus padres hasta que el cachorro abriera los ojos, pues así se aseguraban de que no lo regalarían.
"Confieso que cuando se enteraron de que ya lo sabíamos, gritaron mucho y nos castigaron, ¡pero valió la pena y por una buena razón!”, contó Costa, quien desde sus ocho años ha cuidado a Bobi y le ha dado una gran vida hogareña.
¿Cuál es el secreto de Bobi?
Aunque no hay una fórmula mágica para llegar sano a la vejez, como es el caso de Bobi, Costa resaltó ciertos aspectos, como el “ambiente tranquilo y pacífico” en el que ha vivido, "lejos de la ciudad".
También, afirmó que el animal siempre ha tenido dentro de su dieta comida humana. “Entre una lata de comida para animales o un trozo de carne, Bobi no duda y elige nuestra comida", explicó, aunque aclaró que siempre remoja la comida en agua para quitarle condimentos.
Costa añadió, por otro lado, que siempre procura llevarlo a sus citas médicas regulares, en las cuales se ha demostrado que a Bobi "le está yendo bien para su avanzada edad”.
A pesar de que actualmente no tiene la misma energía que antes y tiene problemas en su vista, goza de un diario vivir tranquilo junto a sus cuatro amigos felinos. Además, suele tener una siesta tras las comidas y, en los días fríos, se relaja junto al fuego.
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