En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
La palabra ‘no’ es llena de amor / De tu lado con Álex
Es hora de reflexionar: no todo lo que se niega es malo… ni todo lo que se acepta es bueno.
Saber decir no a tiempo trae tranquilidad a las personas. Foto: iStock
A nivel comercial, los expertos en mercadeo y publicidad enfatizan que para vender cualquier artículo debe usarse la palabra SÍ y jamás el término NO.
Yo misma ‘adoctrino’ constantemente a mi hija sobre el hecho de que en la vida es muy importante tener una actitud de “sí”, porque en general ese sencillo monosílabo está atado a lo positivo, a lo bueno, a la forma correcta de cómo se debe afrontar la vida.
Por el contrario, cuando una persona dice “no”, es considerada amargada y difícil. Incluso se genera cierto rechazo colectivo no solo hacia quienes son tajantes al usarla, sino ante la misma palabra, debido a ese ‘halo negativo’ asociado con ella.
Hoy quiero recordarles que aunque el término no ha sido satanizado, la realidad es que es igual –y en muchas circunstancias– aún más importante que la palabra sí.
Utilizado correctamente, puede estar lleno del amor más profundo y de los sentimientos más positivos. Y contra todo pronóstico, es posible seguir siendo una persona linda, dueña de un corazón grande y generoso, y todavía decir que no.
En la vida es muy importante tener una actitud de “sí” y positivismo, pero también es clave saber usar el no. Foto:iStock
Por ejemplo, en la crianza de nuestros hijos, la palabra no debe estar en nuestro vocabulario permanente. Hoy día pareciera que nos diera miedo negarles cualquier cosa, llevados por el pánico a no ser considerados “chéveres” o porque los vamos a frustrar.
Pues bien: resulta que decirles “sí” a todo es más nocivo y en casos demuestra menos amor por ellos. Es imprescindible que nuestros hijos entiendan que NO es sano tener todos los bienes materiales que creen que quieren, que NO es bueno tomar trago antes de la mayoría de edad, que NO deben consumir drogas y que NO tienen derecho a ser irrespetuosos o agresivos con nadie.
Así mismo, nos vemos afectados porque ‘nos da pena’ decir que NO y establecer límites a la sobrecarga de compromisos laborales y/o sociales. Nos angustia decirles NO a las expectativas de la familia o de nuestra pareja; nos sentimos incómodos e incluso preferimos mentir a la hora de proteger nuestro tiempo o muchas veces hasta nuestra integridad.
Nos vemos obligados a justificar con argumentos ‘sólidos’ la razón por la cual NO queremos hacer ciertas cosas o pensar otras, cuando en realidad un “no quiero” debería ser suficiente para nosotros y para terceros.
Preferimos sufrir en silencio y estudiar una carrera equivocada,
Constantemente nos encontramos en situaciones incómodas, aburridas y hasta dolorosas por no saber decir no y dejarnos llevar por la facilidad del sí.
Es hora de reflexionar: no todo lo que se niega es malo… ni todo lo que se acepta es bueno.